A TRAVÉS DEL CRISTAL
Por Pily García.
Otra vez 28 y las letras se han quedado mudas junto al olvido que alcanzó a la legalidad, otra vez 28 y el transcurrir del viento sopla secretos si es que existen en alguna parte todavía, 28 y la suma avanza en el abandono de esta vida y es que 28 es solo un referente que se ha quedando en el pasado.
28 de Enero de 2011, medio año hace ya que un hombre dedicado a la seducción política manchó con sangre el camino de su desgracia, Rodolfo Torre Cantú, hace unos días tu hermano -ahora Gobernador- estuvo en Reynosa como en algunos otros lugares de esta tierra, y en muchos, la añoranza de ti invadió irremediablemente esos sentimientos ocultos.
Hace 6 meses que la leyenda en la que fue envuelto Egidio se destazó al tenerlo cerca, el segundero dio cuenta del breve encuentro con tu pueblo, el tiempo de el fue dispuesto para las élites, de manera mecánica, cerebral, fría y por tanto distante sin más banderas o pretextos que la inseguridad, esa que te victimó, esa que cedió tu trono y esa en que vivimos sin guaruras los tamaulipecos.
En pleno cumplimiento del protocolo y sin deseo de conquista alguna -no le es necesaria- con recio carácter y personalidad apenas desplegó unas cuantas sonrisas enfundadas en elegantes trajes al igual que el más humilde de sus colaboradores, como olvidar tus pantalones kakis con camisa blanca bordadas de campaña, esos zapatos maltratados del trajín y a veces llenos de polvo con los que entrabas a lugares lujosos dispuestos a otros sectores de la sociedad.
Rodolfo, la duda evoluciona y mantiene tu recuerdo, ¿Sería posible que la imagen sellada en las voluntades ciudadanas -que tanto te costaron- fueran realidad?, ¿Serías ese gobernante alejado de imperialismo, serías igual de valiente para desafiar y dominar las circunstancias violentas actuales como lo hiciste durante tus labores proselitistas?, ¿Serías igual de capaz para ganar paso a paso, lenta y estratégicamente aquellas opiniones diferentes a las tuyas?, ¿Como serías envuelto de poder?, la respuesta quedará para la posteridad, es con tu deceso que alcanzaste la ironía de la inmortalidad no obstante unida a la mayor tragedia: la falta de memoria.
Aunque los débiles tiemblen ante la opinión, los tontos la desafíen, los sabios la juzguen, y los expertos la dirijan, el silencio es también una opinión a veces -esto, para no perder la fe, un estímulo vital muy superior al de la suerte-, cierto es que la incertidumbre y el desencanto atan a Tamaulipas, Egidio y su círculo enarbolado de color naranja que con excesiva prudencia de la mediocridad, desconocimiento y sumisión portan, pintan y aman sin fundamento alguno, ejemplo quizá del "Tamaulipas que todos queremos" ejemplo quizá de quien aspira a una alta consideración invitando a la censura de ese proyecto que carece de arquitectura, de esa esencia de toda vulgaridad enraizada en la falta de sensibilidad.
Cada 28 del calendario pacta el testimonio de otros tantos números cubiertos de rojo, sin embargo cada 28 a Tamaulipas y su gente, tu gente Rodolfo -la votación así lo demostró- sigue recapitulando, soñando y esperando obtener un gobierno que evoque el mundo ideal porque democracia también es doblegarse y considerar de vez en cuando a los demás.
Abrir el cajón de la justicia para ver una realidad y posiblemente la verdad de la que permaneces -Rodolfo- empolvado... es sólo eso, un cajón que al cerrarlo se vuelve al presente y no necesita de recuerdos para poder vivirlo, ver a través del cristal esa doble moral con la que se predica y no se practica al igual de la que se practica y no se predica, porque en cualquier forma, terminado el juego, el peón y el rey vuelven a la misma caja.