HABIA UNA VEZ
Por Everardo Hernández Medrano
Pecadores de cuaresma…
Esa mañana el restaurant estaba lleno de grillos, políticos, empresarios y periodistas, entonces aproveché para preguntar de manera inocente-En voz alta- ¿Quién será ese político que paga con dinero oficial el sueldo de sus sirvientas y la colegiatura de sus hijos? Yo esperaba que alguien levantara la mano como cuando votan los diputados, pero no.
Un pesado silencio se dejó caer como aguacero sobre el salón, mientras que varias miradas como puñales, buscaban ubicarme, pero logré llegar hasta la mesa del bufet y evadirlas mientras que los meseros miraban divertidos las caras largas de quienes se sintieron aludidos.
Al día siguiente, el gerente del lugar me dijo en tono divertido que varios de sus clientes se sintieron aludidos porque tienen hijos estudiando en el Tec de Monterrey o en Texas y sirvientas en las nominas oficiales, pero enfatizó: “Tú sabes que eso es parte de las usos y costumbres, ¿Entonces para que incomodarlos?” Yo me defendí: Si solo hice una inocente pregunta, ¿Por qué se ofenden? ¡Que bandidos tan delicados!
Y hablando de delicadezas, me sorprendió que el Comité Directivo Estatal del PAN ande en tribunales porque un militante acusó a su dirigente Francisco Garza de Coss de robarse los dineros de ese instituto y negarse a rendir cuentas ¿Pues cómo espera que rinda cuentas? Si lo que entró salió, pero de todos modos el TRIFE está pidiendo cuentas al mencionado dirigente ahora que no está el negro Gamundi para que lo defienda.
Hace varios años en Matamoros pasó algo parecido, pero en el Comité Municipal del PAN que en ese entonces sesionaba en un modesto local de añeja y podrida madera, donde apenas había 20 bancas de dura madera y escasa iluminación al que asistían no mas de 70 militantes activos, los que a lo largo de varios meses, realizaron actividades, kermeses, rifas, bailes y cenas para reunir lo que se necesitaba para tener su propio edificio, amplio, con sillas cómodas, aire acondicionado y baños.
No me lo van a creer, pero la dirigencia municipal del PAN en ese tiempo, se coludieron, formaron una banda de una sola persona y se robaron los setenta mil pesos-que en este tiempo era mucha lana- y nunca rindieron cuentas en que se lo gastaron, pero lo más triste fue que los militantes se quedaron con la profunda decepción por haber confiado en quien presumía de ser rico y decente. Dicen las malas lenguas que esos 70 mil pesos sirvieron para salvar de la ruina a una mueblería mal administrada.
Y para seguir en el tema, ayer me hablaron varios amigos colegas de Ciudad Victoria y me comentaron que el ex gobernador EUGENIO HERNANDEZ FLORES está muy sentido porque los que él creía que eran sus amigos y admiradores, ahora lo están señalando como “presunto responsable” del magno fraude de la Torre Gubernamental del parque Bicentenario, la que fue desalojada porque se está ladeando y que dicen van a reparar.
Me dicen que el ex habló con varios de los nuevos funcionarios para reclamarles que no anden declarando que hubo fraude en la que fue bautizada como la obra del sexenio anterior y que si de descobijar se trata, el también sabe muchas cosas de constructores fraudulentos y ladrones. ¿En realidad sabrá Eugenio quienes son esos contratistas ladrones de Ciudad Victoria? A mi se me hace que son habladas, pero en fin.
A propósito, una fuente generalmente confiable, del Congreso del Estado, me comunicó (Así se hacen los chismes) que en la auditoria que están realizando a la Cuenta Pública 2010 del municipio de Matamoros, el presupuesto inicial fue de 930 millones de pesos y que al final, el buen Erick se gastó Mil 130 millones de pesos, ($ 1,129,686,934.00) lo que significó un sobre ejercicio de 200 millones de pesos y una deuda de 92 millones de pesos, pero lo más preocupante, ¿Para quién? Le pregunté, es que 200 millones de pesos no tienen soporte legal de en que se gastaron.
Inocentemente le pregunté a mi informante ¿Tú crees que metan al bote al buen Erick? Y la dama en cuestión todavía siguen tirada en el piso atacada de risa, bien vomitada y burlándose de mi candidez. ¿Así se dice no?
Pues les cuento que el pasado miércoles, al igual que otros miles de infieles católicos, asistí a lo que han dado en llamar “Toma de Ceniza” ceremonia que inaugura la temporada de cuaresma, los nopalitos, los camarones en agua chile, las chochas, las langostas fritas, los guachinangos en salsa blanca y otras delicias, pero a cambio, que nadie vaya a comer carne roja en viernes y que los pecadores –que vi muchos- se arrepientan de sus pecados, devuelvan lo robado y pidan misericordia por su conducta reprochable. Bueno eso dijo el padre Mago.
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