HABIA UNA VEZ…
Por Everardo Hernández Medrano
Presuntos ladrones…
El pasado martes me llamó un presunto oficioso allegado al ex alcalde ERICK SILVA SANTOS, para defenderlo y alegar que los columnistas no debemos decir que ERICK es un ladrón hasta que un juez lo condene o el Congreso del Estado así lo decida y que mientras tanto, cuando mencionemos a ERICK lo hagamos de manera respetuosa como “Presunto Ladrón” para proteger sus derechos humanos. ¡Oh my God!
¿Se acuerdan que les anticipe el temor de un presunto maiceo? Pues me dicen que ya ocurrió y que ahora si todos contentos y felices. Adiós a los gritos y sombrerazos.
Y bueno pues ya quedó instalado formalmente el Consejo de Seguridad Pública Municipal desde donde se coordinan todas las autoridades.
En las instalaciones del 8° regimiento de Caballería de la Secretaría de la Defensa Nacional, se dieron cita los integrantes del Consejo para hacer la formal instalación de este órgano de coordinación interinstitucional.
Ahí dio la bienvenida el General Brigadier DEM Rogelio Armando Patiño Canchola, comandante de la guarnición militar de la plaza, al presidente municipal y a los asistentes, entre quienes se encontraba el contraalmirante de infantería de Marina DEM Rogelio Gallegos Cortez, comandante del Sector Naval, Coronel de Caballería DEM, Héctor Jiménez Aldana, comandante del octavo regimiento de caballería, el licenciado Jair Cobos Escudero, Subdelegado del Centro de Información para la seguridad Nacional en Matamoros y el Inspector General Gustavo Arredondo Matamoros, titular de la Policía Federal División Caminos.
El presidente municipal Alfonso Sánchez Garza, aseguró ante los asistentes “Tengan todos ustedes la certeza que como presidente municipal, he de poner todo mi empeño para lograr las metas planteadas por el ejecutivo del estado y el presidente de la república en materia de seguridad pública, pues este es uno de los compromisos más importantes que he contraído con la sociedad matamorense”. Muy bien.
Pero ahora déjeme contarle sobre otro asunto de presunciones y que continua en la más completa impunidad internacional.
Resulta que hace diez años el gobierno estadounidense se dio a la tarea de secuestrar por todo el mundo a árabes sospechosos de ser terroristas y estar ligados a los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001.
Los árabes fueron trasladados de manera ilegal a través de diferentes países europeos hasta la base naval estadounidense de Guantánamo, Cuba, para que la prensa no los viera ni se enterara de las sesiones de tortura a que eran sometidos esos presuntos terroristas. El pasado lunes el Presidente Obama emitió una Orden Ejecutiva para que los presuntos sigan detenidos sin derecho a juicio.
Los secuestradores nunca pudieron demostrar que alguno de los detenidos estuviera ligado a grupos terroristas mas allá de rumores y o la mala voluntad de sus vecinos, por lo que se aplicaron a torturarlos para ver si se declaraban culpables, pero no ocurrió nada y siguieron privados de su libertad sin derecho a un juicio justo. Actualmente hay casi 200 sospechosos a los que no se les puede hacer un juicio por razones de guerra y a los que no se les puede liberar por temor a que vayan a contarle al mundo lo que sucedió.
Este es el dilema que van a encontrar nuestros castos y honorables legisladores cuando vayan a ver el asunto de las Cuentas Públicas del 2010 y los reportes de Entrega-Recepción que les enviaron ya los 43 ayuntamientos de Tamaulipas, con lo que les avientan la pelota caliente.
Mis colegas de Ciudad Victoria me comentaron que nuestros legisladores locales están orando para que los columnistas ya se olviden del asunto de las Cuentas y los dejen dormir en paz, porque si revelan todos los delitos que se cometieron en la anterior administración estatal y las 43 municipales se va armar una revolución de indignación que recorrerá toda la geografía estatal.
Los actuales diputados locales, muchos de los cuales ya sueñan con ser presidentes municipales dentro de tres años, temen y con justa razón que si ellos ahora envían a la cárcel a los presuntos ladrones del pasado reciente, se pueden hacer acreedores a las penas que impone la Ley del Karma y cuando ellos –Si es que se cumplen sus sueños- Llegan a ser alcaldes, sufran las consecuencias “Diente por diente y ojo por ojo”.
Pero por otra parte, si los diputados locales se suman a la campaña de impunidad en marcha desde las mismas oficinas gubernamentales para que ninguno de los presuntos ladrones vayan a la cárcel, pierden la gran oportunidad de regresar a sus distritos como héroes y justicieros, pero por otra parte, todos temen al karma.
Muchas gracias por sus comentarios y opiniones y si desea que esta columna le llegue directamente a su correo, escríbame a: ehernandezm03@hotmail.com.