viernes, 13 de enero de 2012

¡PORQUE YA SE MURIERON TODOS!..."COLUMNA"...

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…

Por Ramón Durón Ruiz


“Somos dueños de nuestro destino…Somos capitanes de nuestra alma.”…Winston Churchil

En mi vida he sido generosamente bendecido por el Padre; por una parte al ser hijo de una modesta madre soltera, tuve una infancia llena de hambre, pobreza y privaciones, que me llevó a trabajar desde los seis años cargando tinas de nixtamal, situación que me ayudó a aprender a ser agradecido y a despabilar mis sentidos, y por otra, como adulto he tenido el privilegio de encontrarme con gente que con su poder de vida enriquece mi camino.

Tal es el caso de la Dra. Leticia Catalina Soto Acosta, Consejera Presidenta del Instituto Estatal Electoral de Zacatecas, mujer llena de calidad humana y un envidiable prestigio político, quien me distinguió invitándome a impartir el Taller SALUDABLE-MENTE a cien integrantes del Instituto que con buen tino preside.

En esta época, en donde la crisis campea por doquier, -nadie es ajeno a la incompetencia, lo grave es que lo seamos en tareas sustantivas del quehacer gubernamental-, es cuando más se requiere que trabajemos en equipo y las tareas se desarrollen con mayor calidad y calidez humana.

Por ello, la Doctora Leticia Soto, tiene la extraordinaria visión de entender la capacitación laboral, como una transformación en la que vale la pena invertir… sus resultados son extraordinarios.

El Taller invita a los participantes, a que se sientan agradecidos por gozar de cientos de bendiciones; por encontrarse con trabajo y con las personas de su vida, que les hacen detonar sus potencialidades, habilidades y valores, comprometiéndolos con la eficiencia en el servicio que los hace sintonizarse con el universo.

En el desarrollo del Taller, invito a cada partícipe a que diariamente se abra a la enriquecedora experiencia de dar amor, hábito que es tan poderoso, elimina toda clase de negatividad, además de empoderar su existencia y atraer una actitud permanente de gozo en la fiesta de la vida.

Amándonos y amando, es la mejor manera de preparar el espíritu y la mente para recibir las bendiciones diarias, además de abrirnos a la posibilidad de concertarnos con el amor y sanar las heridas de emociones antiguas y nuevas, regenerando la visión positiva de futuro, sabiendo que hay un plan maestro para ti; te lleva a entrar en servicio y a aprender a dar con humildad y amor.

El Taller, busca fomentar un equilibrio, optimizar el trabajo generando un ambiente saludable, llevándote a obtener resultados extraordinarios; busca contribuir a que los participantes desarrollen el poder de la conciencia de sus habilidades, reacciones y actitudes desde su inteligencia emocional.

La manera de trabajar en todo el Taller es vivencial, a través de dinámicas que recuerdan que el éxito, la felicidad, la armonía, la abundancia de bienes provienen de tu mundo interior…El Taller es un espacio de aprendizaje y redescubrimiento de fortalezas, brinda herramientas para crecer y enfrentar tus áreas de oportunidad.

Está orientado hacia la acción, que el participante se de permiso de sentir una experiencia emocional enriquecedora, que viva una práctica motivante que cambiará su visión de vida, involucrando los aspectos intelectual, emocional y físico de su ser. 

El Taller te recuerda que eres un milagro viviente, capaz de reinventar creativamente tu espacio vital, de trasformar tu realidad en algo excepcional y llenarla de tu aroma y encanto personal.

Si en ocasiones el cuerpo es el escenario de emociones negativas no metabolizadas, que invariablemente terminan en enfermedad, en el Taller trabajo con ellas, buscando eliminarlas a través del ejercicio del perdón.

A propósito de perdón, en la iglesia de Güémez, en la misa del domingo el padre Chuyo preguntó:

— Quiero saber ¿quién de ustedes han sido capaz de perdonar a sus enemigos?...Todos, -a excepción de  Doña Cornisa-, levantaron su diestra…— Acaso usted –le inquirió el padre inmediatamente- no quiere ejercer el poder del perdón con sus enemigos.
— ¡Es que! –Respondió gentilmente la viejecita- ¡yo no tengo enemigos!...El padre Chuyo pidió a la feligresía se pusiese de pie y le ovacionaran cariñosamente…Al mismo tiempo que le solicitó pasar con él para que les dijese ¿cómo se llega a viejo sin tener enemigos?

— Efectivamente –dijo la viejecita al tomar el micrófono- no tengo enemigos…¡Porque ya se murieron todos los hijos de la tiznada!

filosofo2006@prodigy.net.mx/Facebook: filosofo.deguemez/Twitter: @filosofoguemez

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