CARTELERA…
Por Humberto Gutiérrez
PRESIDENTE QUE DEVALÚA ¿SE DEVALÚA?...
*Con la crisis del catarrito, el peso se ha devaluado 30%,
*Nadie habla del tema, ¿será estrategia que el peso este débil?,
*No sería extraño, otros países lo han hecho,
*Los presidenciables condicionan el progreso, el empleo y empresa.
*Les pasa de noche el tema devaluatorio y endeudamiento,
*Al final de cuentas no saben jerarquizar las necesidades del país.
El tema que escogí para hoy es muy difícil de explicar, vamos a ver si me doy a entender.
A la sorda, se siente que no pasa nada, pero sí pasa, el peso gradualmente se está depreciando y no hay ni quien emita declaración alguna sobre lo que está pasando con el tipo de cambio.
Han estado en actos o eventos tanto el Secretario de Hacienda, como el Gobernador del Banco de México, AGUSTIN CARSTERNS, el mismísimo Presidente de la República y ninguno se ha tomado la molestia de explicar el porqué se ha estado devaluando nuestro peso.
Bueno, ni los Diputados ni los Senadores no han dicho nada, parecería que todos, tanto el Ejecutivo como el Congreso están de acuerdo, como una estrategia del estado.
Ni los noticieros especializados en temas de economía, “ni por aquí”, se han atrevido a tocar el tema.
NO HACE MUCHO AQUÍ NOS REFERIMOS AL SÚPER-PESO…
Ya no lo es, con la devaluación en lo que va de la crisis, aquella que empezó como un catarrito, el peso se ha devaluado un 29.53 % al pasar de 10.60 a 13.73 que cerró el viernes pasado.
Contrario al discurso oficial que habla de la solvencia de las finanzas públicas, con una nada despreciable reservas internacionales de 154 mil millones 224 millones 300 mil dólares, el peso esta débil con la complacencia de las autoridades monetarias, del gabinete económico y del Congreso.
No está mal la decisión para algunos pocos, para la gran mayoría que vivimos de la dependencia de las empresas trasnacionales, de los productos importados, ahora están más caros con el dólar más caro.
Espero que se no estemos otra vez en la vieja leyenda urbana, “presidente que devalúa se devalúa”.
México compite con estrategias de los países como Brasil y China, forman parte de los países emergentes con más desarrollo, los han bautizado como BRICKS.
Brasil y China han revaluado sus monedas, al contrario de México que prefiere una moneda débil – como estrategia-.
Pero ya la descubrimos.
No es casual que países adopten una moneda débil para atraer inversión extranjera, y exportar más, no es difícil comprender que México se “abarató” un 30% para los inversionistas que quieren hacer negocio en el País, el último ejemplo es Mexicana de Aviación, debe en pesos, los inversionistas traen dólares, el dólar por cada peso, compra un 30 por ciento más, continuando con el ejemplo, Mexicana ya de por si barata, vale un 30 por ciento menos.
En contraparte, los exportadores pedían con ansia un peso débil, que el peso de devaluara un 30% y de esta manera que las exportaciones de México fueran más competitivas y que cada vez con mayor razón económica de pesos haya más competidores volteando mas allá de la fronteras.
Lo que tienen inversión en dólares, valen hasta esta semana un 30 por ciento más.
JAPON lo hizo hace 30 años, y ya ve, como está ahora, CHINA lo hizo también hasta que Estados Unidos fue tanta la presión internacional para que revaluara el YAN.
El problema es por no comunicar los presidentes desde Luis Echeverría hasta Carlos Salinas han sido muy mal evaluados por la población que se siente engañada.
En el caso del actual Presidente FELIPE CALDERON al paso que lleva el peso, va a entregar la administración alrededor del 14 pesos por dólar – cuando menos – su evaluación no tendría mucho peso la economía sino se guerra contra el narcotráfico y los 60 mil muertos.
El otro aspecto negativo es que la devaluación necesariamente genera inflación.
Ya ve usted como se la gasta este gobierno, resulta que durante abril el resultado fue una deflación, disminuyeron los costos, aunque yo no los vi, todo está más caro.
Sería muy bueno que nos pasen el nombre del súper donde compran más barato.
Empezando con el frijol, 29 pesos kilo, las gasolinas, la energía, párele de contar puras desgracias.
La verdad es que no aumenta los productos importados por la debilidad del consumo interno de la población y porque también la verdad, los distribuidores nacionales venden artículos de importación “ lo que no se vende en su país de origen” a precios de remate con descuentos que van más allá del porcentaje devaluatorio.
ES LA RAZÓN…
Vamos a ver como no va con los inversores extranjeros, esos que están en la Bolsa o en pagares a cargo del gobierno federal de los denominados CETES, de las matrices del sector bancario y comercial cuando tengan que mandar dólares para su matriz.
Esos dólares los van a tener que comprar caros…Pero y nosotros los ciudadanos mexicanos ¿qué culpa tenemos?.
Debo decir que la estrategia está funcionando, la demanda externa está repuntando, ya lo vimos, en 2011 la industria automotriz marcó el crecimiento de México y este año no está mal al igual que el resto de la industria de exportación.
Concluyó el tema – espero no haberlo fastidiado, el tema de por si frio - , lo que el Banco de México realmente quiere es un peso débil que promueva las exportaciones y al ves el desarrollo económico nacional y a la vez castigar a los bancos – principales saca dólares.
Lo grave es que no se sabe el tipo de cambio adonde va, y la total inacción de las autoridades –como siempre, no sabe nada -.
Una moneda estable en tiempos de crisis es lo ideal para la economía.
La moneda está en el aire, ¿ está el gobierno jugando con fuego?.
Ya entrado en gastos, los Presidenciables tampoco tocan el tema, parece que forma parte de un acuerdo nacional entre las fuerzas políticas.
Ni tampoco hay una difusión de propuestas en el contexto de una política industrial integral y de promoción a las exportaciones a través de la agroindustria, que se encuentra muy rezagado.
Tampoco se han pronunciado de la última cifra anunciada por el INEGI.
La relacionada con el número de informales: 13.7 millones de personas.
Representan 29.1 % de la población ocupada.
Un crecimiento de 763 mil que en 2011 que se agregan a la informalidad.
Solo 630 en registros del IMSS.
Este incremento de 1.7 millones es consecuencia del crecimiento demográfico como de las expectativas que tiene la población mexicana de participar en la actividad económica.
Es decir, que los mexicanos queremos oportunidad laboral, si no las en el sector formal la van a buscar en la informalidad.
Urge una política pública en ese sentido.
Ningún presidenciable se ha manifestado en este problema social con sustento, con la realidad para llevar una política pública acorde a la solución del problema.
JOSEFINA VAZQUEZ MOTA se atreve a señalar que eliminar las cuotas obrero- patronales seria su apuesta para apoyar la creación de empleos formales y a las empresas mexicanas, condicionado a la aprobación de una reforma fiscal que busque incrementar los ingresos públicos.
Podrá ser una buena idea, una excelente idea, pero nada más hasta allí.
Lo que requiere el país es que las propuestas de una partido, de una candidata a la Presidencia sean para proponer situaciones posibles, de acuerda a una realidad que se produce con el conocimiento organizacional.
Por lo que veo, solo lo dice por decir algo, no le veo sustento porque es darle largas y los mexicanos quieren empleo, oportunidades de trabajo formal.
ANDRES MANUEL anda por las mismas ramas, dice que su propuesta de apoyo a la empresa mexicana es del tal manera que crearía seis millones de empleos formales en los próximos seis años, pero no dice como lo hará, supedita sus acciones a que se termine la corrupción…Son muy generales las dos propuestas, no hay nada sustancioso de los tres candidatos que tienen posibilidad de ganar.
Por su parte, ENRIQUE PEÑA NIETO insiste en que la inversión en infraestructura será punta de lanza en su política industrial, se pone a la par con JOSEFINA eliminaría las cuotas del IMSS pero lo financia con una reforma integral pero no dice como, en qué consistiría.
No se vale, no se vale que no haya propuestas dirigidas a lo necesita modificarse, a lo que está mal de origen, no tiene caso firmar compromisos de ejecución de obras cuando no tiene claro los recursos con que se va a hacer.
No hay ni a quien irle en este marco de protección al empleo generando una nueva política industrial.
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