sábado, 7 de julio de 2012

LOS POLÍTICOS Y COSAS PEORES..."COLUMNA"...

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…

¡YO LE AYUDO A BUSCARLO!...

Por Ramón Durón Ruiz

Lleno de la sabiduría que Dios da a los hombres elegidos, Martin Luther King decía: “Seamos capaces de amar lo suficiente, para convertir a un adversario en un amigo”. Una vez que las campañas han concluido, el viejo filósofo espera de nuestros políticos un gran Acuerdo de Reconciliación Nacional, en el que dejemos atrás una política contestataria, llena de diatribas –que sólo nos confronta y divide innecesariamente–  y pasemos a un estado superior, que nos conduzca a una reingeniería institucional.

De nuestros políticos nacionales depende tener la habilidad y el amor a México, para hacer de este proceso electoral, una elección en nuestra transición democrática, que en lugar de edificar bardas, que nos lleven a un empobrecimiento republicano, construya puentes, que aceleren nuestros avances democráticos.

Dice Jorge Castañeda que Jimmy Carter siendo observador en las votaciones de Nicaragua, hablando con Daniel Ortega, después de que este había perdido las elecciones presidenciales en la nación centroamericana le dijo: “Mire Daniel, en los Estados Unidos yo he ganado una elección presidencial y he perdido otra…y en ninguna de las dos se acaba el mundo”

En un proceso ejemplarmente trabajado desde el IFE, mientras Andrés Manuel dijo el domingo por la noche que no va a actuar de manera irresponsable, que va a estar a la altura de las circunstancias, ahora dice que impugnará los resultados…Me ha parecido de un nivel ético y moral ejemplar el mensaje de la candidata del PAN Josefina Vázquez Mota, en donde admite que las tendencias electorales no le favorecen…Igual actitud es digna de alabar en Gabriel Cuadri de la Torre, que reconoce que las preferencias favorecen al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.

Este1 de julio, los más de 50 millones de mexicanos que fuimos a las urnas, lo hicimos porque queremos que gane México con un nuevo modelo institucional que garantice la movilidad política, que promueva la inclusión de los mejores hombres en el gobierno, que genere empleos y oportunidades para todos, que combata la pobreza y lo más trascendente, que traiga la ansiada paz social a muchas regiones del país, asoladas por la violencia y el desaliento.

En 2000 arribamos a una transición política ejemplar en el mundo, porque mientras en otras latitudes fue  pactada –como en España con los Pactos de la Moncloa–, aquí estaba respaldada por millones de votos de mexicanos que creíamos en el cambio. Pero el cambio nunca llego, la ineptitud trajo consigo ingobernabilidad en muchas regiones y una clara disfuncionalidad del estado mexicano, que después de 11 años en el gobierno, entró en un natural desgaste del ejercicio del poder, que ha traído como consecuencia que Enrique Peña Nieto haya recibido la amplia confianza de millones de mexicanos, para dirigir los destinos del país, con un  nuevo proyecto de nación.
Y digo con un nuevo proyecto de nación porque con Peña Nieto, deberá de llegar al poder un PRI diferente: un partido donde la rendición de cuentas y la honestidad sea la divisa; que promueva los acuerdos políticos; un partido incluyente, que le de fondo y forma a nuestra pluralidad. Un partido que rompa con un inmovilismo legislativo que ofende, que desde el Congreso –que es el sitio adecuado para la reconciliación y el acuerdo–, promueva el debate, porque es el espacio privilegiado desde donde se puede construir una nueva relación republicana.

Un partido renovado que encause adecuadamente las diferencias, que se autocorrija en los viejos errores, y se renueve en los nuevos aciertos, un partido que le de orden institucional a la nación y con ello que este a la altura de la democracia mexicana del siglo XXI.

Parece un caso para Ripley que una cultura milenaria como Egipto recién acabe de arribar a la democracia…En nuestra joven transición democrática, elegir candidatos no es una novedad, es resultado de una larga travesía, de una historia fraguada –entre miles– por Francisco I. Madero, José Vasconcelos, por la generación del 68, por Jesús Reyes Heroles, Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Clouthier “Maquio”, Luis H. Álvarez, etc.

Más de 50 millones de mexicanos que fuimos a las urnas, no estamos equivocados, en el sentido de que lo que queremos es que la participación ciudadana sea el eje rector de la vida nacional, aspiramos a un país en paz y armonía, con instituciones solidas y confiables, queremos reconciliación nacional, acompañada de las grandes reformas que impulsen el crecimiento, el desarrollo y la civilidad política.

Todos sabemos que el conflicto no entusiasma al ciudadano, este 1 de julio fue una fiesta cívica, los mexicanos deseamos una transición ordenada, en donde democrática y civilizadamente se diriman las diferencias, no insultando a quienes no piensan como nosotros, agraviando a periodistas en la calle como el caso de Carlos Marín.

Toca a Enrique Peña Nieto –más allá de posturas partidistas–, honrar con un gobierno de resultados la confianza que millones de ciudadanos le hemos otorgado en las urnas para que construya un México reconciliado al que aspiramos por derecho propio.

Como siempre cierro con el humor del mexicano, que me recuerda la ocasión en la que un Diputado Federal, llama a su secretario y le dice: Aquí en el Congreso, busco un empleado que no se amedrente ante ninguna responsabilidad, que sea trabajador, que no duerma en las sesiones, que sea  puntual, eficiente y…que no se enferme a cada rato.

— Me parece excelente señor diputado… ¡yo le ayudo a buscarlo!

filosofo2006@prodigy.net.mx/Facebook: filosofoguemez/Twitter: @filosofoguemez

Contador de visitas...

ESCUADRA Y COMPÁS

ESCUADRA Y COMPÁS