BBC Mundo.com
*El cambio de gobierno en
México es uno de los más caros y opacos del mundo. El mandatario electo dispone
de US$11,5 millones para gastar a discreción, mientras que en EE.UU. Barack Obama
tuvo US$5 millones.
Los
especialistas coinciden en que México tiene uno de los procesos de cambio de
gobierno más largos y costosos del mundo…Este año, por ejemplo, el presidente
electo Enrique Peña Nieto, tiene a su disposición unos US$11,5 millones para
gastar en la forma que su equipo considere más conveniente.
Es
más del doble del dinero que se asignó en 2008 al entonces presidente electo de
Estados Unidos, Barack Obama, quien tuvo recursos públicos por US$5 millones
para preparar su arribo a la Casa Blanca después de ganar los comicios.
El
dinero que se destina al llamado proceso de transición gubernamental causa
polémica en México, pues aunque existen algunas reglas para utilizar estos
recursos, la decisión final corresponde al equipo del presidente electo, le
explica a BBC Mundo el periodista Daniel Lizárraga, autor del libro 'La
corrupción azul'.
Eso
provoca una amplia discrecionalidad en el manejo del presupuesto, insiste…Los
decretos para asignar recursos para el relevo presidencial establecen que debe
utilizarse para elaborar el plan de trabajo del nuevo gobierno, así como para
el pago de asesores, equipo y papelería que se necesite.
Pero
en términos reales, para cumplir estas tareas, son los colaboradores del nuevo
mandatario quienes deciden a quién contratar, los servicios necesarios y el
sueldo asignado a sus empleados.
Es
algo que no sólo ocurre en la presidencia mexicana…Recientemente Juan Sabines,
gobernador de Chiapas, uno de los estados más pobres de México, solicitó un
presupuesto de US$384 millones para el cambio de gobierno en su entidad.
La
petición causó revuelo en el país y al final fue rechazada…Sin embargo, es una
muestra de las costumbres políticas mexicanas.
Yo
le llamo la dote del poder, pues quien gana tiene garantizada una bolsa de
millones de pesos para gastarla prácticamente en lo que quiere', afirma el
periodista.
Edecanes
La
falta de controles específicos provoca una escasa supervisión de gastos en la
transferencia gubernamental.
Un
ejemplo ocurrió hace seis años, cuando el equipo del entonces presidente electo
Felipe Calderón, recibió unos US$10 millones para el período de transición.
De
estos recursos se gastaron cientos de miles de dólares en restaurantes,
estudios de imagen, renta de camionetas blindadas, tarjetas de negocio y
edecanes (mujeres jóvenes que atienden actos públicos), según documentó
Lizárraga en su libro.
Las
cuentas entregadas por estos servicios no fueron satisfactorias para la
Auditoría Superior de la Federación (ASF), el organismo del Congreso que
fiscaliza el gasto de todo el gobierno mexicano, pues consideró que no se
relacionaban con el proceso de entrega y recepción de la administración
pública.
En
su momento, la Secretaría de Hacienda, responsable de entregar el dinero, dijo
que los gastos fueron justificados porque cumplieron con los requisitos fiscales
que establecen las leyes…Al final, las cuentas quedaron sin aclarar.
Eso
es parte del problema, apunta Lizárraga…En términos generales existen tareas
designadas por el Congreso para un adecuado cambio de gobierno, pero la última
definición es discrecional. '¿Un estudio de imagen es necesario para la
transición? Yo digo que no, pero ellos deciden', afirma.
¿TRANSPARENCIA?...
El
equipo de Enrique Peña Nieto, asegura que no cobrará salario por sus servicios,
ni tampoco rentará oficinas, camionetas blindadas ni guardias especiales.
'Algunos
tendremos que poner de nuestros propios recursos', le dijo al diario Reforma el
vocero del presidente electo, Eduardo Sánchez.
De
hecho, la coordinadora de Derechos Humanos del equipo de Peña Nieto, Claudia
Ruiz Massieu, asegura que todos los gastos serán debidamente informados.
'Estamos comprometidos con la transparencia de los recursos', asegura.
Ahora
el equipo del mandatario electo dispone de tres meses para utilizar los US$11,5
millones y, a diferencia de transiciones anteriores, existen algunas normas
para usar el dinero...Pero sólo en parte.
Las
Reglas de Operación del Fideicomiso de Transición 2012 del Banco del Ejército
(Banjercito), donde se depositaron los recursos, establece que deberán usarse
unos US$307.000 en gastos como renta de oficinas, comunicación, comida y gastos
de oficinas, entre otros.
Pero
de los restantes US$11,2 millones no se conocen las condiciones para usarlos…El
gubernamental Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de
Datos (IFAI) ordenó que todos los gastos y reglas del proceso de transición
fueran publicados en internet.
BBC
Mundo intentó consultar el contrato del Fideicomiso de Transición 2012, que
establece el destino completo del dinero para el actual relevo de gobierno,
pero el servidor de internet de Banjercito respondió que la información no fue
encontrada.
Tampoco
fue posible conocer las facultades del comité técnico que administra ese
Fideicomiso y que debe autorizar los gastos efectuados por el equipo de Peña
Nieto.
Conocer
el balance final del cambio de gobierno tardará algún tiempo…Según las leyes
mexicanas, los gastos del actual relevo presidencial forman parte del
presupuesto fiscal de 2012 que el Congreso podría revisar en 2013, si la
mayoría de los diputados lo decide.
Y
si existen irregularidades, legalmente el plazo para empezar su investigación
iniciará en febrero de 2014…Si la Auditoría Superior de la Federación encuentra
motivo para aplicar sanciones, el primer paso sería en 2015, y los castigos
finales, si se concretan, podrían aplicarse a partir de 2016.