lunes, 29 de octubre de 2012

¡CON LA DEMOCRACIA NO SE JUEGA!...


EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…

Por Ramón Durón Ruiz

Hubo en mi tierra dos personajes extraordinarios que cautivaban por su sentido de vida, que ya pasaron a rendir cuentas al hogar paterno; uno de ellos Don Guadalupe Díaz Martínez, director general de El Gráfico de Cd. Victoria, el mejor columnista político y de nota roja que se ha dado en la región, sencillo, afable, amigable, inteligente; el otro, Héctor Treto Cisneros, sembrador de amigos, con un sentido común a flor de piel, de pronta respuesta, inteligencia vivaz y pícaro por naturaleza.

A la par, con un grupo de ingeniosos tamaulipecos crearon el Club Webberson, mismo del que publiqué un libro en el que se trasluce un excepcional sentido de pensar y de vivir, basado en la amistad, el humor y en el ingenio popular.

Treto decía, que los grandes inventos, habían sido hechos por un webón, de ahí el nombre de tan afamado club; por ejemplo, el control remoto: Cuando la esposa le decía:  “Viejo cámbiale de canal.” El pela’o se tenía que levantar de la cama y cambiarle de canal…Al rato la mujer volvía a decir: “Súbele al volumen porque los niños no me deja oír.” Con la parsimonia e impecable lentitud de un Diputado que va a palacio legislativo, se paraba a subir el volumen…“Ahora apágala porque me voy a dormir.”

Entonces surgió el webón que muchos llevamos dentro, e ideó el control remoto…Lo mismo ha sucedido con los grandes inventos: han sido hechos para que la fiaca ponga a reposar los innatos talentos del hombre…Pues este personaje en mención, Héctor Treto, contaba que un día su hijo al llegar de la escuela primaria sudoroso y angustiado le dijo a Lulú, su amada esposa: ¡Amá!, la maestra en la escuela me quiere volver loco.

La señora abrazándolo cariñosamente le dijo: No mijito, cómo crees, es tu imaginación.

La cuestión se repitió durante varios días, hasta que según contaba Treto, la señora no aguantó la presión y se lo contó a él, diciéndole:

Viejo, hazle caso al niño, ve a la escuela y checa porqué reiteradamente dice que la maestra lo quiere volver loco.

Héctor Treto, cumpliendo la máxima del Filósofo que dice: ¡Soy pendejo…pero desobediente nunca!, hizo caso a su mujer y fue a la escuela; se apersonó con la maestra de su niño y le dijo:

¡Maestra! me da pena venir con usted, pero mi niño me dice que usted lo quiere volver loco.

La maestra amablemente llamó al niño y le pidió que pasara al pizarrón.

A ver mijito, anota en el pizarrón: 1+1. Después de dos minutos de cavilar, el niño anotó: 1+1…Luego la maestra dijo: –Eso es igual a…Hecho que provocó que el niño entrara en otra profunda meditación, después de varios minutos puso 2. ¡Muy bien! dijo la maestra ¡felicidades! Ahora anota 1+2…El niño con los ojos desaforados, volvió la vista a su papá y exclamó: Mira…¿ya ves me quiere volver loco?

La anécdota de este singular personaje, la traigo de referencia debido a que una Senadora, fue sorprendida en plena sesión legislativa jugando Diamond Mine en su iPad, mientras en la Cámara se discutía la reforma laboral.

Las escenas de televisión no mienten, incumplía –como muchos legisladores lo hacen– con el sagrado deber que protestaron el primero de septiembre, de trabajar por el bien de la nación.

Después de verse sorprendida argumentó que exigía el derecho de réplica, además afirmó que: “Las imágenes fueron tomadas de muy cerca, lo que evidenciaría un claro espionaje”.

Los legisladores en su conjunto han olvidado que en el 2000 arribamos a la más extraordinaria transición democrática que se haya fraguado en los últimos 30 años en el mundo, pero ellos con confrontaciones, desacuerdos, políticas contestatarias, diatribas innecesarias que no van acorde con la misión para que fueron elegidos, han hecho que no cuaje con buenos resultados este generoso proceso democrático.

Mientras en otras latitudes, los legisladores con un espíritu de patria han acordado las grandes reformas que insertan con éxito en la competitividad que exige la globalidad, aquí se ofenden, se sienten agraviados por que son sorprendidos jugando, cuando se discute en el Pleno una de las 14 reformas que son trascendentes para el éxito de la vida nacional.

Lo anterior me permite parafrasear la anécdota del revolucionario y político potosino Don Gonzalo N. Santos, que previo a la selección de candidatos a presidentes municipales y diputados locales, se le acercó un amigo a decirle:

¡Don Gonzalo! usted que es el líder político de nuestro estado, ayúdeme…¡Quiero JUGAR para Presidente Municipal!

Don Gonzalo, lo miró de arriba abajo y con esa inmediatez y sabiduría propia de un hombre con sentido de vida, le dijo: No sea tonto…¡con la democracia no se juega!

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