jueves, 11 de octubre de 2012

¡NO ME DEJA ENTRAR SIN CORBATA!..."COLUMNA"...


EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…

Por Ramón Durón Ruiz

Hay un correo que me encanta, dice: “Cada otoño cuando los gansos viajan al sur, vuelan formando una ‘V’, se ha descubierto que cuando baten en el aire sus alas, producen una energía que ayuda al pájaro que va atrás…Así la bandada aumenta por lo menos 71% su poder, que si cada uno volara solo.

Cuando un ganso se sale de la formación en ‘V’ siente inmediatamente más resistencia al aire, porque se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo, rápidamente se reincorpora para beneficiarse del poder que genera el grupo…Los gansos que van atrás graznan, para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad.”1   

Lo anterior es una lección de la madre naturaleza al trabajo en equipo y lo traigo a comentario, debido a que la semana pasada tuve el honor de ser invitado por el Ing. Serafín Gómez Villareal, Gerente de la COMAPA Reynosa, Tamaulipas.- quien, ocupado en que se obtengan los mejores resultados, me propuso para que impartiera el taller “TRABAJO EN EQUIPO” a 70 integrantes del cuerpo directivo.

Gratamente sorprendido me quede al arribar a Reynosa, encontré una ciudad limpia y trabajando, drenando la vieja laguna “La Encantada”; generando tanto empleo que hay una amplia migración nacional, que por la generosa hospitalidad del reynosense, llega para quedarse; con un parque lineal hermoso, con monumentales y bellas esculturas; un estadio profesional de futbol; que en conjunto reflejan el buen trabajo del talentoso Presidente municipal Everardo Villarreal Salinas.

Para el viejo Filósofo, si hay algo que es indispensable en plena alternancia democrática, para que los mexicanos nos insertemos con éxito en la competitividad que marca la globalidad, es que aprendamos ¡YA! a detonar el cúmulo de capacidades, competencias, aptitudes y dones –a veces desconocidos por nosotros–, mediante el poder que genera el trabajo en equipo.

Cuando omitimos criticar al de al lado, regocijarnos en sus tropiezos y somos capaces de darnos la mano unos a otros, teniendo el deseo de ir en una misma dirección, con un mismo sentido del logro, la tarea se hace más fácil, los objetivos se alcanzan…y se rebasan, porque el apoyo recíproco genera una sinergia inigualable.

El taller que imparto es vivencial, invita a cada participante a salir de su zona de confort, dándose el permiso de hacer a un lado las naturales diferencias, descubriendo el poder que generan los valores del grupo: el afecto, la solidaridad, la amistad, el orden, el respeto…el trabajo en equipo y con ellos, los méritos de cada uno de sus compañeros.

En el cuento Alicia en el país de las maravillas, hay un fragmento en el que dice ella tímidamente: –Gatito ¿te importaría decirme por favor qué camino debo tomar? –Depende a donde quieres ir –dijo el gato. –¡No me importa mucho a donde…! –dijo Alicia. –Entonces da igual la dirección –dijo el gato–, cualquiera que tomes está bien.”

Trabajar en equipo es compartir objetivos comunes, aprendiendo que el camino es ser todos uno solo, asimilando “no criticar el progreso del de al lado, si no conocemos su esfuerzo y no envidiar sus victorias, si no conocemos sus fracasos”.

Si pese a las diferencias en el trabajo, las cosas no suceden como queremos que sean, no son ellas las que deben cambiar, somos nosotros los que con humildad debemos adaptarnos al cambio y con espíritu de equipo tomar conciencia de que las dificultades sirven para que salga a flote nuestra dosis de tolerancia y actuando con una elevada conciencia, sacar la luz que anida en nuestro interior.

El trabajo en equipo hace simple lo complejo y tiene la magia de transformar la vida laboral en algo más placentero…La ley del universo dice que te regales un momento del día, haciendo una pausa, para que en un acto de humildad agradezcas el cúmulo de bendiciones, entre ellas tu trabajo, dándote permiso de hacer a un lado lo superfluo y lo vano, viviendo tan intensamente cada momento que logres ser tan feliz, que hasta el propio diablo al verte exprese: –¡Ah ‘abrón...! mejor me hago a un lado, porque este traer la fuerza de Dios.

A propósito de trabajo en equipo, casi muriendo de sed, un judío se arrastra en el desierto afgano, cuando a la distancia observa una imagen…Era un viejo árabe sentado frente a un bastidor atiborrado de cosas. – Me muero de sed, ¿podría darme agua? –imploró el judío. –No tengo agua –respondió el árabe–, pero cómprame una corbata, tengo una que va bien con tu túnica. –¡No quiero una corbata! –Espetó el judío–, ¡Quiero agua! –Bueno, no me compres la corbata si no quieres.

Pero, para que veas que soy una buena persona, te diré que pasando esa duna, a unos dos kilómetros, hay un buen restaurante, ellos tienen toda el agua que quieras…El judío, avivadamente caminó hacia la duna…A las dos horas regresó donde estaba el viejo árabe que seguía sentado frente a su tendedero de cosas, el viejo le pregunta: –¿Encontraste el restaurante?
–¡Sí lo encontré!, pero el hijo de p... de tu hermano…

¡NO ME DEJA ENTRAR SIN CORBATA!...

1.http://www.emagister.com/curso-economia-solidaria-colombia/mirad-gansos

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