*ALGUNAS CASAS RELIGIOSAS EN RÍO BRAVO,
OPERAN ILEGALMENTE.
Por Guadalupe E.
González
RÍO BRAVO,
TAMPS.-
De manera irremediable, “siguen apareciendo centros eclesiásticos en Río
Bravo”, a pesar de no estar debidamente registrados y regulados por la
Secretaría de Gobernación, situación que debe ser remediada, porque en algunas
de estas casas religiosas, “hay pastores que predican la biblia con fines mercenarios, incurriendo incluso en
actos de inmoralidad”.
Lo anterior, se fundamenta con el despedido de
“varios pastores” entre ellos Carlos Guzmán Galindo y otro más de apellido
Márquez, ex predicadores del Templo Emanuel ubicado en el ejido Primero de
Mayo.
El primero de estos, pese a que fue corrido penosamente
“por la congregación de ancianos”, por habérsele comprobado una serie de
atrocidades, es decir acciones que van en contra de lo que la biblia establece,
sigue operando en el centro religioso Adonaí, ubicados en la avenida Coahuila
sur de la zona centro, cuya ni9glesia no está registrada en la Secretaría de
Gobernación.
Innumerables hermanos “del Templo Emanuel”,
reprobaron las actividades del Pastor mercenario e inmoral Guzmán Galindo,
porque éste, independientemente de su actitud de mercenario, se le probó “andar
enamorando a hermanas de la iglesia”, a las que les invitaba a tener
“encuentros con dios” y ya teniéndoles en su poder el maquiavélico pastor, les hacía
saber que para que fueran salvas, tenía que poseerlas como en su momento lo
denunció el mecánico Manuel, quien en esa época tuvo el valor de denunciar la
mala acción de Guzmán, “al haber envuelto en sus mezquinos propósitos a su
hija”.
Su lugar en ese tiempo fue asumido por el pastor
Márquez, de quien mismos integrantes del Templo Emanuel denunciaron la misma
clase de comportamientos de su antecesor, obrando “la congregación de ancianos”
por destituir de la posición al citado clérigo.
SE IGNORA PORQUE
TANTA TOLERANCIA DE GOBERNACIÓN…
Lo que la gente del templo Emanuel y de otras
iglesias en Río Bravo, “no se explican porque la Secretaría de Gobernación
tolera el funcionamiento de templos como Adonaí, el cual no está debidamente
registrado en esa dependencia federal”, originando que mercenarios y
perturbados sexuales, hagan uso de estos centros religiosos para sus negros
propósitos como lo expuesto.
La Secretaria de Gobernación, es la que cuenta con facultades
para impedir el funcionamiento de estas iglesias, en las que lejos de predicarse
la palabra de dios padre, los desequilibrados sujetos investidos de pastores
las usan para sus negros propósitos, detalle por el cual se espera que el nuevo
Gobierno Federal “imponga mano dura” contra estos centros eclesiásticos en los
que predomina la inmoralidad y el
negocio.