TRONERA…
Por: Salvador
Camarena. /
SINEMBARGO.MX
¿Cuánto
van a cambiar nuestras vidas con el regreso, dentro de exactamente 25 días, del
Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República? Hay unos
que piensan que es imposible la reinstalación de un modelo autoritario como el
que tuvimos hasta mediados de los noventa; otros no están tan seguros de que
sea imposible porque están ciertos de que los priístas harán lo que esté a su
alcance para resucitar esa cultura de control y límites que se vivió hasta
1997, año en que el tricolor pierde la mayoría en la Cámara de Diputados.
Como
soy de los segundos, e influenciado por una singular marcha de “zombies”
ocurrida el sábado pasado en la capital, propongo una guía (abierta a
sugerencias, agregados, correcciones y mejoras) para detectar, en los meses por
venir, comportamientos regresivos más propios de una sociedad de “muertos
vivientes” que de una de ciudadanos del siglo XXI; regresión que haría víctimas
a una serie de avances que entre todos deberíamos cuidar.
El
término “zombie” no es reconocido por la Real Academia de la Lengua, que en
cambio sí define la palabra “zombi” como una “persona que se supone muerta y
que ha sido reanimada por arte de brujería, con el fin de dominar su voluntad”.
Usada
como adjetivo, la RAE dice que zombi quiere decir “atontado, que se comporta
como un autómata”.
Se
puede decir que en términos generales y con las honrosas, históricas y
conocidas excepciones del caso, la sociedad mexicana vivió décadas enteras del
PRI-Gobierno atontada, de manera autómata, época en que el jefe máximo dominaba
todas las voluntades.
Se
trataría de la era zombi (o zombie, como gusten) de la política mexicana…Luego
llegaron los sexenios panistas, tiempo en que todo mundo creyó que ocurriría
una especie de plenitud democrática.
A
ciencia cierta aún no sabemos de qué se trataron estos doce años…Quizá una de
las maneras de irnos enterando cuánto realmente avanzamos será cuando los
priístas se reinstalen en el poder. No necesariamente por deseo, voluntad,
empuje o decisión de los panistas en la presidencia, pero algunas cosas sí han
ido avanzando en México en los dos últimos sexenios.
Se
trata de asuntos, conductas e instituciones que surgieron del largo proceso
democrático emprendido por los mexicanos desde mediados del siglo XX.
Esos
temas hay que cuidarlos, vigilar que no haya regresión, procurar que se
conviertan en el piso mínimo de los cambios que hay que seguir impulsando para
no volver a la era zombi.
Aquí
mi listado inicial de lo que debería ser cuidado.
Ninguna
de estas temáticas se encuentra en fase perfecta o ha estado exenta de
polémicas, pero se puede decir que hay signos prometedores en ellas. *El cine*.
Los
recientes han sido años en los que proyectos con guiones críticos hacia el
gobierno, la Policía Federal, el clero, el Ejército, los políticos, etcétera,
han sido apoyados por organismos estatales. *Canal 22, Canal 11 y el IMER*.
Se
han ido consolidando como medios más en la lógica de Estado y no de la
propaganda…*Transparencia*…A pesar de que se ha vuelto normal para algunos
gobiernos el “reservar” información, hay cada vez más reclamo de ampliar el
acceso antes que restringirlo…*Libertad de expresión y pluralidad*…Si algo fue
criticado durante la campaña, fue la uniformidad a favor de Peña Nieto en los
titulares de diarios, por ejemplo, de la Organización Editorial Mexicana.
Eso
es propio de zombies, no de los nuevos tiempos…*Diálogo horizontal con el
Presidente*…El hecho de que en casos como el del asesinato de Fernando Martí, o
el del Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad, el Presidente de la
República haya sostenido comparecencias públicas y televisadas con las víctimas
fue un avance y debería ser un mecanismo ordinario antes que excepcional.
*La
Suprema Corte de Justicia de la Nación*…No hace falta agregar nada sobre su
alto y autónomo perfil…*La libertad en las redes sociales*…Los intentos de
gobiernos estatales por limitar la expresión en twitter ha sido ruidosamente
derrotada.
Eso
debería sobrar para prevenir cualquier intentona similar…*Los defensores de
derechos humanos*, tanto de organismos públicos como de Organizaciones No
Gubernamentales, se han ganado, muchas veces a costa de su vida o su sangre, un
lugar que no debe ser regateado ni minimizado.
*Diálogo
del Congreso y del Poder Ejecutivo* con activistas y organismos sociales para
elaborar de manera conjunta políticas y/o legislaciones sobre materias
relevantes. Este listado está incompleto.
Ustedes
pueden sumar aquellos asuntos en los que crean que hemos avanzado, temas que no
podemos darnos el lujo de que alguna fuerza les haga perder vitalidad.
Para
cuidarlos de cualquier tentación por convertirlos en actores de voluntad
enajenada, en zombies.