Chumel Torres es twitstar, ingeniero y, dice, "príncipe de los
nerds".
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"¿Escucharon? … Es el sonido de su mundo
derrumbándose", así regresaba el subcomandante Marcos.
Muchos ya extrañábamos sus hermosas palabras y su
misteriosa mirada que por 19 años estuviera perdida fuera del foco mediático;
en su comunidad, sí, pero hace mucho que el caudillo encapuchado que conquistó
nuestros corazones en los noventa ya no daba signos de vida.
Unos decían que tenía cáncer, otros que había pactado
con el PAN, unos más que se retiró a escribir poesía; el caso es que no
estaba…Y es que Marcos era la galleta perfecta para los intelectuales
liberaloides: un poeta guerrillero.
Regresaron los comunicados, las actas con poéticas
palabras, las marchas silenciosas y la mirada del país a una de las zonas en
donde los atropellos y las matanzas se quedan sin eco, esa es la parte positiva
de que el EZLN esté haciendo ruido de nuevo…Lo que resulta raro es como el
regreso de Marcos, trae consigo el regreso de muchas cosas, como un efecto
dominó, México se acaba de volver un dejá vu de los noventa…Me explico.
Así como el caudillo de Chiapas regresa, también otro
antiguo gigante comienza a asomar los cuernos en el horizonte: la Secretaría de
Gobernación (Segob), órgano vital del aparato priista…Y esa, compadre, esa sí
me da miedo.
Para quienes esta fue su primera elección presidencial
y ahora están "empapados en la vida política mexicana", la Secretaría
de Gobernación es el báculo priista por excelencia; es el brazo gubernamental
con el que se dan los golpes que el Estado no puede dar (al menos no frente a
las cámaras de televisión).
Un organismo con tanto poder y con tantas
ramificaciones que a ratos me recuerda a la Hidra de Lerna, en donde nosotros,
el pueblo, somos un Heracles muy flaquito que no representa ningún peligro…¿Por
qué lo digo? Veamos.
Sus líderes han sido bastante…populares, digamos…¿Le
suenan nombres como Victoriano Huerta, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría o
Miguel Alemán? Siento que sí.
Pues estos supervillan…políticos sobresalientes, han
ocupado el puesto de secretario de Gobernación para luego convertirse en presidentes,
de manera que ser el jefe de la Segob en la hegemonía priista es asegurar el
puesto en cuanto caiga la cabeza.
Para que mejor me entiendan, digamos que el presidente
es como Mufasa, el secretario es Scar, y las hienas son los senador…son hienas.
¿Entonces hay que irnos cuadrando ante Miguel Ángel
Osorio Chong (titular de la Segob)? ¿El es Príncipe William del PRI? ¿Algún día
todo esto será suyo? ¿Y la Cheyenne? Yo digo que aún es pronto para hacer
juicios, pero tampoco hay que perderlo de vista; el regreso de estas cosas es
tan parecido al gobierno de Carlos Salinas o Ernesto Zedillo, que ya empieza
uno a ver las similitudes.
Y no lo digo como algo bueno…Hay que tener cuidado de
las decisiones que se tomen este año; sin duda, el 2013 representa (al menos
para mí) el año del crisol, en el que veremos si el Revolucionario
Institucional viene con el mismo comportamiento ya por todos conocido o si ha
sufrido mutaciones, cambios que lo hagan mejor…o peor, que también se puede.
El problema es cuando las señales no son tan claras;
por ejemplo el que los más de 900 muertos en el primer mes de mandato de Ernesto Peña
Nieto no se sabe si son el coletazo de la violencia que estigmatizó el sexenio
de Felipe Calderón, o si es una nueva remesa de sangre para el país…honestamente
esperemos que sea lo primero.
Lo alarmante es cuando en la opinión pública, la gente
de verdad espera que el PRI pacte con estas personas, para que no haya
violencia, para ponernos otra vez la venda en los ojos y hacer como que no pasa
nada, como nos enseñaron a hacerlo, como lo hacíamos en los noventa.
Total, si ya está regresando todo, seguro tienen un
Chupacabras esperando regresar a robarse las primeras planas de todos los
periódicos…Mientras en Chiapas, los indígenas se ponen sus capuchas.