*¡Milagro en San Lázaro!
*Treinta años sin
resultados.
Carlos Fernández-Vega / México SA…RMX…
Lo que ha resultado más que obvio para los mexicanos
que desde hace 30 años padecen el modelo económico impuesto desde tiempos de
Miguel de la Madrid, de repente ha quedado más claro que el agua para los
analistas de la Cámara de Diputados, quienes arrancan este 2013 con vena
crítica, pues han concluido que tal esquema ha mostrado su inviabilidad para
alcanzar los ciclos económicos expansivos de ondas largas que tanto requiere
la economía del
país, amén de que la evidencia empírica muestra que también tiende a
incrementar la concentración de la riqueza a niveles endémicos para la
sociedad, de allí que es importante replantear su continuidad en los términos
que actualmente se está instrumentando.
¡Milagro en San Lázaro! Algo extraño sucedió en los últimos días del recién finado año 2012, porque la Cámara de Diputados amaneció defenestrando el modelo económico que a lo largo de tres décadas sus integrantes han validado, por medio de reformas y ajustes estructurales que sólo han concentrado la riqueza, depauperado a la mayoría de los mexicanos y limitando, casi a su mínima expresión, la capacidad de crecimiento económico del país.
Serán los deseos de Año Nuevo, pero el hecho es que
los analistas de San Lázaro advierten que las cosas no pueden seguir como hasta
ahora, si es que la pretensión es que el país salga del hoyo…Así, indican que
teóricamente el conjunto de reformas instrumentado desde 1982 tenía como
objetivo aprovechar las ventajas ofrecidas por la globalización económica e impulsar
el crecimiento económico de largo plazo con estabilidad de precios, acompañado
de una mejora en la distribución de
la renta…En los hechos, sin embargo, “a la luz de 30 años de reformas
estructurales los resultados muestran signos claros de estancamiento económico
y deterioro de la calidad de vida de una alta proporción de los habitantes de
nuestro país.
La historia económica contemporánea de México, apuntan
los analistas, nos muestra que los hacedores de la política económica no han
logrado compatibilizar estos dos objetivos…Por el contrario, México lleva tres
décadas de bajo crecimiento económico, el cual está altamente concentrado en
los poderosos grupos que dominan los sectores claves de la economía, haciéndola
poco competitiva, sin el potencial para absorber el constante crecimiento de la
mano de obra que se incorpora anualmente al mercado laboral…En efecto, en ese
periodo la tasa anual promedio de crecimiento económico se desplomó de 8 a 1.8
por ciento.
Las recurrentes crisis fiscales, financieras y de
balanza de pagos registradas en nuestro país desde 1983 hasta 2009, apuntan los
citados analistas, han generado un errático crecimiento de la actividad
económica nacional; la tasa promedio en los últimos 30 años de vigencia del
modelo secundario-exportador ha sido de 2.62 por ciento y al crecimiento
insuficiente de la actividad económica del país se adiciona el problema de la
mala distribución de la riqueza…A más de 30 años de vigencia del actual modelo
económico, la concentración de la riqueza siguió siendo marcadamente favorable
hacia los hogares con los ingresos más altos…Del ingreso monetario
total, 1.41 por ciento fue captado por las familias más pobres localizadas en
el decil I; mientras que, los hogares más ricos, ubicados en el decil X,
concentraron 35.33 por ciento.
El análisis horizontal de la concentración de la
riqueza revela que ésta se ha mantenido prácticamente constante durante la
vigencia del modelo neoliberal, porque de 1984 a 2010 los hogares con los
ingresos más bajos incrementaron su participación en la distribución del
ingreso monetario total en 0.8 por ciento, al pasar de 0.61 por ciento en 1984
a 1.41 en 2010…Por el contrario, los hogares con los ingresos más altos han
tenido un comportamiento más inestable, debido a que se incrementó de 36.88 por
ciento a 44.51 por ciento entre 1984 y 1998 y se redujo de 44.51 a 35.33 de
1998 a 2010…De cualquier suerte, la diferencia entre uno y otro grupo es
abismal.
Si el análisis de la distribución de la riqueza se
realiza tomando como variable explicativa los múltiplos de los salarios
mínimos, anotan los analistas de San Lázaro, se confirma, aunque con mayor
profundidad, esta tendencia hacia la concentración del ingreso por parte de los
hogares más ricos del país…El análisis vertical muestra que en 1984 los hogares
más pobres del país, aquellos que percibían hasta un salario mínimo,
concentraron 14.01 por ciento del ingreso monetario total, en tanto que los
hogares más ricos, los que ganaban ocho o más salarios mínimos, concentraron
únicamente 11.53 por ciento del ingreso monetario total, el cual mostraba una
distribución del ingreso más uniforme.
Sin embargo, esta tendencia presenta cambios radicales
en 2010, cuando los hogares que percibían hasta un salario mínimo obtuvieron
únicamente 0.17 por ciento del ingreso monetario total, en tanto que aquellos
que perciben ocho o más salarios mínimos concentraron 61.96 por ciento del
total de este ingreso…Las familias que perciben hasta un salario mínimo han
dejado de participar en el ingreso monetario total en 13.84 puntos
porcentuales, al pasar de una tasa de 14.01 en 1984 a 0.17 en 2010; en
contrapartida, los hogares que perciben ocho o más salarios mínimos han
incrementado su participación en el ingreso monetario del país en 50.53 puntos
porcentuales, al pasar de concentrar 11.53 en 1984 a 61.9 por ciento en 2010.
La errática evolución de la actividad económica y la
alta concentración de la riqueza son los factores económicos más importantes
para explicar los fuertes problemas estructurales que actualmente enfrenta el
mercado laboral mexicano y que se manifiestan en un crecimiento del PIB
insuficiente para cubrir la creciente demanda de empleos, con su natural efecto
en la tasa de desempleo…La economía mexicana tenía que haber crecido, cuando
menos, a una tasa constante del PIB de 4.6 por ciento en promedio anual entre
2000 y 2010, para generar una oferta laboral equivalente a 85 por ciento de los
12 millones, 700 mil empleos que demandó la población en edad de trabajar.
Así, puntualizan, es notoria la incapacidad de los
hacedores de la política económica del país para aplicar las medidas necesarias
para potencializar el crecimiento de la economía del país y generar la oferta
de empleos bien remunerados.
LAS REBANADAS DEL PASTEL…
Lo anterior no sirve de mucho, cuando se escucha al
nuevo inquilino de Los Pinos repetir –como sus cinco antecesores– que es el
momento de sacar adelante las reformas estructurales que ampliarán los
beneficios de todos los mexicanos…No tienen remedio.