Por
José de la Paz Bermúdez Valdés
TAMAULIPAS
UN ESTADO FALLIDO…
Tamaulipas al igual que el estado de
Michoacán constituye un estado fallido.
La diferencia entre ambas entidades es
el reconocimiento que el gobernante michoacano ha hecho de esta situación.
No es tan sólo la aparición de las
policías comunitarias o los grupos de autodefensa lo que ha colocado al estado
purépecha en tal situación, sino en la incapacidad del gobernante estatal para
desempeñar su función.
De igual manera sucede en Tamaulipas…El
gobernante no tan sólo ha sido incapaz de realizar su función, sino que a dicha
ineptitud adhiere su predisposición al saqueo de las arcas públicas, creando
una élite de privilegiados que disponen del dinero de los contribuyentes a su
antojo.
El hartazgo que en Michoacán orilló a
miles de ciudadanos a armarse, salir a la calle para defenderse de la
delincuencia organizada ante la incapacidad gubernamental para ofrecer
seguridad, está en sus límites en Tamaulipas.
La sociedad tamaulipeca observa con
pavor como al gobernante sólo le interesa realizar acciones recaudatorias,
cobrar impuestos, disponer de los dineros del pueblo en festines de oropel,
dejando ausente la obra pública, la atención ciudadana, el ofrecer un marco de
seguridad a la población…Por sus carreteras diariamente suceden atracos,
secuestros, extorsiones, homicidios, mientras el gobernante vive en torre de
mil candados ausente del clamor popular.
Esta situación coloca a Tamaulipas en
los límites de un estado fallido, donde el dizque mandatario medra al amparo
presupuestal y oculta la realidad existente, pretendiendo engañar a la sociedad
con falsas declaraciones, que al tenor de la ignominia sólo son burla para la
población.
Al margen de la inseguridad que priva en
la entidad se adhiere a tal condición la ineptitud para conducir las acciones
políticas inherentes a la función gubernamental.
Por un lado, con la mínima oposición
existente, entrega a los ediles emanados del partido contrario al gobernante
todas las facilidades para que en ellos, quienes los gobiernan denigren a los
militantes de su partido…Tal vez, y sólo tal vez a los priistas de Matamoros y
Nuevo Laredo se les castiga por haber sido espectadores en las negociaciones
que determinaron quien ganaba las elecciones.
No fue la participación electoral la que
determinó quien asumiría el poder, sino las negociaciones políticas de alto
nivel…En su determinación el gobernante estatal estuvo ausente…Su ausencia
obedeció a la poca o nula estima que el gobierno estatal tiene por el
gobernante sustituto…Saben que su ascenso al poder – circunstancial—carece de
legitimidad, es simple oportunidad de transición.
Saben en el centro de la república de la
ineptitud política de Egidio Torre Cantú y se aprestan a corregir el entuerto
determinando desde allá quienes desarrollaran las actividades políticas de la
entidad.
Entienden que quien se desempeña en el
cargo sólo quiere disfrutar del premio que representó el asesinato del
candidato tricolor que al limón era su hermano menor…Su predisposición por el
enriquecimiento lo convierte en el sátrapa mayor de los gobernadores en la
república.
Así, en Matamoros, por citar sólo un
ejemplo, el gobernante estatal alienta las ilusiones de la alcaldesa de ser
postulada a la candidatura del PAN al gobierno de la entidad…Para ello le ha
permitido la violación de los más elementales principios políticos de respeto
institucional.
La violación de disposiciones legales en
la ubicación de funcionarios municipales con antecedentes penales o con
violación de las disposiciones legales para el desempeño de los cargos
públicos, ha constituido uno de las peores decisiones del gobernante estatal.
Hay en Matamoros una sociedad agraviada,
lesionada y decepcionada con las acciones estatales.
Sin embargo el gobernante estatal
enfocado en cerrarle el paso al Senador del PAN Francisco Javier García Cabeza
de Vaca, no escatima acciones negativas en contra de la militancia de su propio
partido.
Grave, muy grave la conducta indolente
asumida por la esfera del poder estatal…Evidentemente eso presagia la
disposición de entregar la estafeta al partido de Gómez Morín…Lo lamentable es
que los cálculos que hace el gobernante de chiripa no son los que proyecta…Hasta
hora todo lo que ha hecho sólo ha limpiado el camino para que el Senador
reynosense se erija con el triunfo en la sucesión gubernamental estatal.
OBSERVADO…
Tan grave está la situación del pésimo
gobierno estatal, que en fechas recientes de la oficina gubernamental llamaron
a un supervisor escolar para pedirle información acerca de las condiciones de
seguridad que privan en Matamoros, a efecto de que el gobernante pudiera
asistir a inaugurar tres aulas en una colonia de este municipio.
El funcionario educativo, con amplia
disposición y mejor humor le dijo a la secretaria requirente de información que
las condiciones estaban más que garantizadas, todo era cuestión que le enviaran
unas cuantas metralletas y rifles de asalto y de inmediato armaba a los
profesores de su zona y protegerían al gobernador.