A ‘ONDE ‘INGAOS IR…
Por Ramón Durón Ruiz
Con la preclara inteligencia
de un hombre que vivió para trascender Sigmund Freud afirmó: “La ciencia
moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz…como son
unas cuantas palabras bondadosas.”
La lección de la frase es
irrebatible, nada hay que sustituya el poder que genera el amor incondicional…La vida me ha enseñado a jamás dejar de
aprender, la semana que recién concluye asistí al 7º Congreso Internacional de
Hipnosis Terapéutica, que organizado por el Instituto Mexicano de
Psicooncología (IMPO), se desarrolló en la Cd. de México.
Bajo la dirección del experto tanatólogo Dr. Marco Antonio Polo Scott,
asistieron ponentes del extranjero y de México como: el Dr. Alberto Cobián Mena, Dr. Andrés Pereyra Garzón, Dr. Joao Jorge Cabral, Dr. Raúl
Carrillo García, Mtra. Ana María Rico…
“La hipnosis es una técnica,
un procedimiento, una herramienta terapéutica, que con recursos del paciente y
del terapeuta genera un estado de fascinación sensorial amplificado, que
provoca un abordaje diferenciado en cada individuo, generando cambios en la
actividad cerebral cortical y subcortical, llegando al inconsciente, para hacer
uso de sus recursos internos, que produce cambios de emociones, sentimientos,
conductas, percepciones y pensamientos para reaprender y mejorar su calidad de
vida.”
La conducta humana es
condicionada por los signos-señales inducidos por la palabra…Cuando reprimes
tus emociones, cuando no aprendes a sentirlas y expresarlas moderadamente,
cuando no las verbalizas, no las sacas, no las procesas, no te das permiso de
vivirla, llegan enfermedades.
La hipnoterapía unida a la
psicología, dotan de herramientas al terapeuta y también al paciente,
enseñándole a amar, brindándoles infinitas posibilidades resolutivas,
redimensionando su problemática, aprendiendo a desaprender paradigmas
limitantes e incorporar nuevos patrones de conducta, pensamiento y aprendizaje.
El viejo Filósofo encuentra
como objetivo primario de la psicoterapia que el sujeto redescubra su capacidad
de resiliencia; “que es la resistencia de la materia de quedarse deformada
después de que una fuerza exterior a la que es sometida le varía su
estructura.”
Cuando un proceso de duelo
rompe el equilibrio y la estabilidad, es a través de la resiliencia que el
hombre encuentra la capacidad para volver a su estado normal de equilibrio y
armonía, aprendiendo a ser invulnerable y solventar satisfactoriamente los
problemas.
Un ser humano RESILIENTE
aprender a verse grande versus pequeño, a verse hermoso versus feo,
aprender a verse capaz versus incapaz, aprende a verse
triunfador versus fracasado, aprende a verse invencible versus verse
en el campo de la derrota.
¿Cuántos ejemplos tenemos en
la cotidianidad de madres, padres, niños, jóvenes, de personas resilientes? Que
su camino es luchar, jamás desfallecer, viven y mueren luchando, nacieron para
ser más grandes que el dolor, discapacitados que saben que sí pueden
levantarse, ¿caminar? sí pueden caminar, ¿correr?, si pueden correr, se dan
cuenta que nacieron con alas para volar.
Seres humanos espectaculares
que aprendieron a reconceptualizar la vida en torno al amor incondicional, se
DAN PERMISO de conectar con el pasado, de trabajar la herida, de vivir su dolor,
de revivir su abandono, de sufrir la vergüenza de un evento, de sentir sus
carencias y sacarlas lanzándolas al cielo para que los acomode en el
rompecabezas del universo, seres que se trasforman y crecen hasta el infinito.
La personas resilientes son
seres maravillosos que se enfocan en lo positivo, en la solución…no en el
problema, se sienten merecedoras de gozar el milagro de la vida,
encuentran elementos que les hacen sentir valor, dignidad y honor,
resignifican su dolor y haciendo una mágica resiliencia siguen adelante
transformándose y trascendiendo.
El buen sentido del humor
de Evan Esar está lleno de
resiliencia, por eso el viejo Filósofo lo parafrasea:
“El hombre es un ser espectacular, nunca tiene problemas con sus
vacaciones:
1.- Su jefe
le dice cuándo tomarlas y 2.- Su vieja le dice a ‘onde ‘ingaos ir”…
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