Mario Vargas Suárez
UN TEMA DIFERENTE…
Regularmente este espacio
contiene temas de análisis en diferentes contextos, desde la cuestión de la
política nacional, la estatal, la educativa y la sindical, pero en pocas
ocasiones hablo de las enfermedades…Esta vez asumo el Alzheimer como una
enfermedad de los adultos y no solo de los adultos mayores.
Pudiera hacer uso de la ironía
política hacia algunos que viven o han vivido de este arte, por lo que esta vez
me reservo las ganas por el respeto a quienes padecen esta enfermedad, pero
sobre todo a los familiares.
El diccionario cibernético
clasifica como enfermedad de Alzheimer
a la también llamada 'demencia senil de
tipo Alzheimer' y los especialistas aseguran es una enfermedad
neurodegenerativa que se manifiesta como "...deterioro cognitivo y
trastornos conductuales".
Es decir, se 'maltrata' el
conocimiento adquirido y se presentan actuares inusuales al individuo que la
padece…Su forma típica es la pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades
mentales, a medida que las células nerviosas -o neuronas- mueren en diferentes
zonas del cerebro.
Los médicos aseguran que la
enfermedad suele tener una duración media de diez años,[ aunque
esto puede variar, de acuerdo a la severidad de la enfermedad al momento del
diagnóstico.
El
Alzheimer es tan cruel que hace que el enfermo no solo pierda la memoria, sino
incluso ya no pueda tener sentimientos de placer y alegría o hasta el control
de sus propios órganos.
Se
entiende entonces que el enfermo pierde la conciencia sobre sus actos e identidad,
al grado de que llegado el momento no podrá reconocerse a sí mismo, lo que hace
pierda el carácter, la voluntad y el poder de decisión.
Los
familiares que han tenido, o tienen un enfermo de Alzheimer, saben que poco a
poco pierden la capacidad de reconocer a familiares y amigos e incluso a sus
propios hijos y a su pareja…Es tal el ataque mental que llega a olvidar hasta
cómo alimentarse.
Los
profanos de la medicina llegamos a clasificarlo como el gran monstruo de la
salud…Sin embargo el mal de Alzheimer se puede prevenir, con el simple hecho de
cambiar de mano al cepillar los dientes, dice la Neuróbica.
En
otras palabras, después de los cincuenta años y con mayor razón después de los
sesenta, debemos cambiar algunas rutinas de tal forma que obliguemos la
estimulación del cerebro, según una nueva técnica para mejorar la
concentración, desarrollar la creatividad y la inteligencia, al realizar
simples ejercicios basados en la Neuróbica.
Los
especialistas médicos, a través de la Asociación de Familiares y
Amigos de Enfermos de Alzheimer, Demencias y Grandes Incapacidades aseguran que
el cerebro tiene una
extraordinaria capacidad de crecer y mudar el padrón de sus conexiones.
Los
doctores Lawrence Katz y Manning Rubin revelaron que la Neuróbica, o la
"aeróbica de las neuronas" es una nueva forma de ejercicio cerebral, proyectada
para mantener al cerebro ágil y saludable, creando nuevos y diferentes padrones
de comportamiento y de las actividades de las neuronas de su cerebro.
Los
especialistas afirman que cerca del 80% de nuestras labores diarias son rutinas,
lo que provoca la reducción del esfuerzo intelectual, por lo que esconden un
efecto siniestro: limitan y atrofian el cerebro, impidiendo la renovación y
crecimiento de las neuronas.
Para
contrarrestar, es necesario practicar algunos "ejercicios cerebrales"
como hacer todo lo contrario a la rutina, obligando de esa forma al cerebro a
realizar un trabajo adicional.
Alguno
de los ejercicios recomendables son: use el reloj en el pulso contrario al que
normalmente lo usa; cepíllese los dientes con la mano contraria; camine por su
casa, de espalda (dicen que en China esta rutina se practica en los parques).
Pruebe
vestirse con los ojos cerrados; estimule el paladar con cosas de sabores
diferentes; vea fotografías de cabeza e identifique a las personas; mire la
hora del reloj y lea textos cortos pero a través del espejo; cambie el camino de rutina para ir
y volver a casa.
El
reto es que usted haga este tipo de ejercicios con regularidad, pero también
que su propia inventiva le lleve a plantearse retos que rompan la rutina,
haciendo algunas cosas diferentes que ejercite el otro lado de su cerebro.
Si
está frente a la computadora, use el mouse (ratón), con la otra mano contraria
y envíe mensajes a sus amigos…Nada pierde y hasta divertido le resultará…Una
sugerencia: no se desespere...inténtelo cuantas veces sea necesario...Si no hacía
crucigramas, empiece ya.
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mario.vargas@starmedia.com