…¡LOS PENDEJOS POR DELANTE!...
Por Ramón Durón Ruiz
Un hombre de proyectos
avanzados para su época, como lo fue el afamado arquitecto Ludwing Mies van der
Rohe, afirmó con gran sabiduría: “Less is more”, es decir: “Menos, es
más”.
Y eso, es precisamente lo
que se manifiesta a través de la anécdota política, que siendo breve, corta,
clara, sencilla y sustanciosa, traiga una lección o una reflexión que sea
inesperada.
Desde los 18 años, edad en
la que fui Regidor en Cd. Victoria, Tamaulipas, aprendiendo de los viejos
políticos he ido acumulando una serie de anécdotas, unas llenas del genial
sentido del humor del que goza el mexicano, otras de carácter histórico que
están llenas de un encanto personal, son mucho más que una simple anécdota y
una grata experiencia de humor, sólo un fragmento de historia que va más allá
del sucedido; tal es el caso de las dos anécdotas que a continuación le narro:
“Don Guadalupe Mainero
Juárez, un gobernador de principios del siglo XX, muy querido en mi tierra,
durante su gobierno, los tamaulipecos tuvimos la distinción de que pisara
tierra victorense, Don Jaime Nunó Roca, español que musicalizó las estrofas de
Don Francisco González Bocanegra, que dieron origen a nuestro Himno Nacional.
Al evento de recepción en honor del autor de la música del Himno Nacional,
asistieron alumnos de todas las instituciones educativas, cerca de 300
estudiantes se dieron cita en la Escuela Anexa a la Normal, quienes entonaron
el Himno Nacional ante la presencia de tan distinguido personaje.
El gobernador del estado, Don Guadalupe Mainero, en lugar de hacer uso de
la palabra para dar la bienvenida al destacado visitante, solicitó al poeta y
educador matamorense, Don Juan B. Tijerina dirigiera unas palabras en su
nombre, quien acomedidamente improvisó los siguientes versos:
“Cuanto existe de noble y soberano,
cuanto al artista y al poeta inspira,
del corazón del pueblo mexicano
surgió potente y reventó en tu lira.”
Y dirigiéndose a los niños que habían entonado el Himno Nacional, dijo:
“Esas notas que en celeste coro
brotan de vuestros labios virginales,
son cascadas de perlas orientales
que un ángel vierte sobre copas de oro.
Y hoy que la mente alborozada evoca
a los manes de Hidalgo y de Morelos,
se convierte en estrofa de los cielos
el Himno de la Patria en vuestra boca.”
“Corría el año 1900, como los caminos para llegar a la Ciudad de México
desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, eran intrincados, al gobernador Don
Guadalupe Mainero le tomó mucho tiempo llegar a la capital del país, para
entrevistarse con el presidente Porfirio Díaz.
Cuando hubo retornado a la capital tamaulipeca, fue rodeado por amigos y
colaboradores que acudieron con el afán de conocer las nuevas de la Ciudad de México
y sobre todo, de Don Porfirio…La pregunta obligada era:
––¿Cómo dejó usted al general Díaz?...
––Desafortunadamente muy bien.
––¿Por qué señor gobernador?...
–– Porque la chochez de Díaz…¡nos va a costar una revolución!...”
Termino con una frase del viejo Filósofo que dice:
¡La vida es como la revolución…¡los pendejos por
delante!...”