¡NI SIQUIERA ME PUDE SUBIR…!
Por Ramón Durón Ruiz
Hay una Oración que escribió
Mahatma Gandhi que me encanta: “Yo honro el lugar dentro de ti, donde el
Universo entero reside…Yo honro el lugar dentro de ti, de amor y luz, de verdad,
y paz…Yo honro el lugar dentro de ti, donde cuando tú estás en ese punto tuyo,
y yo estoy en ese punto mío, somos sólo Uno”.
Para el viejo Filósofo somos
¡UNO CON DIOS!, y si es así, estamos hechos para triunfar, para trascender,
dejar huella, amar, ser amados, crear, creer en nosotros mismos, triunfar y ser
inmensamente felices.
Recuerda lo que dijo Ramón
de Campoamor: “La vida es dulce o amarga; es corta o larga…¿Qué
importa? El que la goza la halla corta y el que la sufre la halla larga”…
Cuando usted y yo querido
lector, –yo escribiendo, usted haciéndome el favor de leerme–, nos fundimos en
UNO a través de la palabra, hay un común denominador: con nuestra alma de niño,
plena de inocencia y bondad, gozamos, disfrutamos a plenitud el amor a la vida,
el darnos permiso de sonreír y ser felices.
El buen sentido del
humor y su fiel compañera la sonrisa, –aparentemente insustancial–,
gozan del poder maravilloso de dar tiempo a cada cosa: desacelerar la prisa,
bajar el estrés, eliminar las innecesarias tensiones, ayudar a ser uno mismo,
tranquilizar los nervios, nivelar el ritmo cardiaco, masajear amorosamente el
cuello, los hombros, el abdomen y el corazón.
Es tan poderoso el
buen sentido del humor, que a la par que produce los químicos de la
felicidad, elimina pesares, dolores, odios y rencores, con esa magia que lo
lleva a ser bálsamo sagrado que desintoxica física y emocionalmente nuestro
ser, reencontrándonos con el poder fantástico, tranquilizante y reparador del
sueño.
Reír desde lo más íntimo del
alma, es darte el permiso de vivir el presente, es amar el milagro de la vida,
es una sana manera de desempoderar los miedos, de tirarlos afuera, de desnudar
el alma, de armonizar tu ser y caminar al encuentro con tu bienestar.
“La vida es una obra que
no permite ensayos. […HOY] canta, ríe, baila, llora, vive intensamente…¡antes
de que el telón baje!”…
Si usted se pregunta ¿Por
qué el viejo Filósofo busca en cada artículo, encontrarse con el buen
sentido del humor?, aquí tiene “10 RAZONES PARA PRACTICAR LA RISOTERAPIA:
1.- Recuperar la alegría de
vivir
2.- Adquirir una actitud más
positiva
3.- Reducir el estrés
4.- Potenciar el entusiasmo,
la ilusión y la motivación
5.- Mejorar la relación con
los demás
6.- Encontrar el equilibrio
físico y mental
7.- Liberar bloqueos
emocionales
8.- Caminar en el
crecimiento personal
9.- Despertar la
capacitación para sentir y amar
10.- Mejorar la salud.”1
Resulta que dos enanitos van
en busca de mujeres de la vida galante, se encuentran con dos de ellas, buenísimas…Se
las llevan a sus respectivas habitaciones, ya en el acto, uno de ellos a pesar
de tenerla en la cama como DIOS la envío al mundo, no puede tener erección, era
demasiado frustrante, para colmo, escucha en la otra habitación a su compañero
que grita:
— ¡1,2,3 uf!, ¡1,2,3 uf!,
¡1,2,3 uf!...Se dice a sí mismo, mi compadre está bateando de tres…tres…Y así
se les va la noche.
Al siguiente día, platicando
uno le dice al otro:
— ¿Qué crees? Pues a pesar
de recorrer palmo a palmo su incandescente desnudez no pude tener erección en
toda la noche ¡Qué vergüenza!...
— ¿Vergüenza? No me digas
compadre…¡Yo ni siquiera me pude subir a la ‘inche cama!...