Por Daniel Muñoz Vega. @danielopski
Cantaba Facundo Cabral – Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo. Nuestra generación será testigo de ver caer a Roma. No hay que ser un letrado en economía para visualizar lo que le va a pasar a los Estados Unidos de aquí en adelante, comenzarán a generar pobreza aceleradamente. Los gringos empeñados en rescatar su capitalismo a ultranza, siguen siendo adictos a la substancia más adictiva que tiene su economía: la deuda.
En octubre de 2008 vimos los esfuerzos por rescatar su sistema financiero después del quebranto bancario. 700 mil millones de dólares fue el plan que el congreso aprobó para sacar a flote su sistema. Morfina para el momento. Oxígeno urgente para revivir al muerto. Empeñados en seguir con los mismos vicios, los norteamericanos se inyectan otra dosis de deuda; que se preocupen a los que les deben, cuando sus principales acreedores (China, Japón y la Comunidad Europea) vean que Mickey Mouse ya no respira, veremos si así podemos organizar un nuevo orden económico mundial.
Y mientras Obama suda frío, Ernesto Cordero está más preocupado en sus casi nulas aspiraciones presidenciales que en ver los efectos negativos que tendrá la crisis norteamericana en México. Y quizá tenga razón, de qué nos preocupamos nosotros por la crisis gabacha si simplemente el 80% de nuestras exportaciones van a dar a los Estados Unidos, de qué nos preocupamos si dependemos de las remesas que mandan los indocumentados, casi nada, tiene razón Cordero en jugarle al político y aspirar a la presidencia. Cordero anuncia que hay un blindaje de 200 mil millones de dólares para enfrentar cualquier catástrofe, entra al juego de los tecnócratas que defienden lo indefendible de un sistema económico que lo único que hace es generar más pobreza a nivel mundial.
Diseñar un nuevo orden económico mundial debe ser la prioridad de todos los países, eso lo hubiéramos comenzado a hacer desde hace 10 años. El tratar de rescatar un sistema económico que sustenta su funcionamiento en el excesivo consumo es seguir procurando la injusticia y la infamia. La calidad de vida norteamericana está pasando al mito. El excesivo endeudamiento se reflejará en el recorte al gasto que impactará directamente en menor educación, salud, vivienda, calidad de vida en general.
Lo que a su vez generará una mayor tangible pobreza en la sociedad norteamericana. Dejarán de invertir en el deporte, dejarán de invertir en la ciencia y la tecnología, en todo aquello en lo que los gringos han sido chingones toda su vida; lo dejarán de ser por el pésimo manejo de su economía que se traducirá en pobreza. Lo más ruin de este episodio es que están más preocupados por el comportamiento de las bolsas del mundo que por el desastre humanitario y ecológico que el capitalismo ha dejado donde se implanta. No hay vuelta atrás, el capitalismo y sus defensores tarde que temprano se tendrán que desplomar.
Como sea, el muro de Berlín se derrumbó y con él se derrumbó el mito de la funcionalidad del comunismo. Hoy por donde lo queramos ver, el capitalismo está agonizando. En fin, qué nos preocupamos en México si el apocalipsis financiero será mundial. Que se preocupen los gringos que son los que deben y no tienen como pagar, que se preocupe China y Japón que son a los que les deben, que se preocupe Obama que quiere reelegirse, pobre de ellos no de nosotros; como diría Cabral, pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo.