lunes, 5 de noviembre de 2012

PAGAR LAS TERAPIAS…"COLUMNA"...


EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…

Por Ramón Durón Ruiz

Uno de los libros que mas me encantan y respetuosamente le sugiero en la primer oportunidad se dé el permiso de leer es La Oración de la Rana de Anthony de Mello…Las abuelas de mi tierra escuelas plenas de sabiduría, dicen que la rana es un ejemplo de vida porque siempre salta para adelante, así nuestra vida, en lo mental, en lo físico y en lo espiritual siempre es importante elegir ir para adelante, “porque la vida es lo que viene…no la que fue”

Con esa preclara inteligencia lleno de dones espirituales Anthony de Mello, contaba que: “Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria del pueblo…El pueblo era pequeño y el vendedor había llegado pocos días atrás, por lo tanto no era una persona conocida...

En pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular que lograba captar la atención de niños y grandes.

En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los potenciales, pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo…Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco...Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo.

El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención a un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano…Finalmente decidió acercarse y preguntó al vendedor:

— Señor, si soltara usted el globo negro, ¿Subiría tan alto como los demás? El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo:

— No es el color lo que lo hace subir, hijo...es lo que hay adentro”1

La moraleja es que los seres humanos nos elevamos no por la fuerza del poder económico o político, sino por lo que llevamos dentro ¿y qué es lo que llevamos adentro? sino los valores que nos conducen a nuestra realización moral, ética, personal y social…Uno de los valores que nuestros abuelos y padres nos han enseñado es la GRATITUD, ser agradecido sincroniza tu vida con el universo.

¿Sincronía? ¡Sí!, sincronía…Recientemente invitado por el Maestro Héctor Arreola Soria, fui a dar seis conferencias al hermoso estado de Puebla, pasando por el Centro de Tehuacán, me paré en un semáforo que estaba en rojo, a los pocos segundos cambio al verde, metros adelante el siguiente semáforo estaba en rojo, cuando se puso en verde le dimos la marcha al vehículo, volvió aparecer en la siguiente esquina otro en rojo y así hasta pasar todo el centro…¿Qué pasaba con los semáforos? No estaban sincronizados y eso es lo que hace el poder de la gratitud, es una palabra mágica que sincroniza tus dones y poderes para que puedas ser recipiendario de los miles de bienes que Dios tiene cada nuevo amanecer especialmente para ti.

Lo anterior lo digo porque durante la semana anterior a la que comento, había presentado un libro y dado una conferencia con el Colegio de Contadores de ciudad Mante, un taller en Tampico con el CONAFE Tamaulipas, una conferencia en el Tecnológico y otra en el COBAT de ciudad Victoria, y salí a Huatusco, Ver.- a dar una conferencia a la UPAV para luego llegar a Monterrey a CFE a dar otra conferencia con motivo del 75 aniversario de la fundación de tan prestigiada empresa y de ahí, salí a Chihuahua a dar dos conferencias en la Universidad Tecnológica.

Por la noche cuando platicaba con un ser querido le decía que está exhausto y sabiamente cimbró mis estructuras emocionales cuando me dijo:

¡DEBERÍAS ESTAR AGRADECIDO!

En ese momento reflexione sobre la verdad de tan acertado consejo, doble mis piernas y de rodillas di gracias a Dios por bendecir al viejo Filósofo con el milagro del trabajo, recordé que la palabra GRACIAS cuando se expresa al Padre desde el fondo del corazón, se vuelve extraordinaria porque emerge de un corazón en gratitud.

El valor de la gratitud se mama en casa y se cultiva con el día a día, tiene la magia de enraizarnos en las bendiciones que el Padre tiene para nosotros, dar las gracias es esencial para nuestra sincronía con el universo y para nuestro pleno desarrollo, ser agradecido, además de que nos hace crecer, contribuye a que seamos felices porque su elemento vital es el amor.

Cuando expresamos la palabra gracias, vibramos con un poder que produce que todo lo que seamos o hagamos tenga un sentido especial, porque la sentencia es muy sabia: “Nadie puede ser agradecido ni desgraciado al mismo tiempo”

Apropósito, un joven psicoanalista, llegó a la capital presidido por una gran fama y agradecido con la vida, regresó a su tierra a poner sus conocimientos al servicio de sus coterráneos…El primer paciente que tuvo, fue profesor de Güémez que era harto trabajador…Después de la primera sesión el profesional de la conducta humana, tuvo un diagnostico preciso: tenía el Síndrome de la Adicción al Trabajo.

Por lo que el maestro tuvo la necesidad de trabajar sábados y domingos para poder pagar las terapias.

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