EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…
Por Ramón Durón Ruiz
El gobierno federal ha implementado con mucho éxito –a través de la Secretaría de Turismo, en coordinación con gobiernos estatales y municipales–, el programa “Pueblos Mágicos”, que beneficia a municipios que durante muchos años han esperado se reconozca y valore en su justa dimensión su historia, patrimonio y riqueza cultural.
Los criterios para accesar a esta categoría son: “Que sean pueblos muy antiguos; que sean protagonistas de hechos trascendentales y leyendas; que conserven atributos simbólicos y una bella arquitectura; una cotidianidad intacta y que sus habitantes mantengan sus costumbres y tradiciones.”
Hasta el momento 55 municipios, de 28 estados, han sido elevados a la categoría de “Pueblo Mágico”, reconocimiento que por una parte impulsa el turismo y por otra, genera empleos contribuyendo a fortalecer los valores, historia, cultura, arte, tradiciones y leyendas del imaginario colectivo.
La presente semana, tuve el honor de ser invitado a uno de esos “Pueblos Mágicos” por el Presidente Municipal de Tula, Tamaulipas.- Quím. René Lara Cisneros, a dictar una conferencia dentro de la semana cultural preparada por el Ayuntamiento, con motivo del 395 aniversario de su fundación.
Municipio impregnado de una cosmogonía llena de símbolos, leyendas, historias, hechos trascendentes en torno a la gastronomía, la medicina tradicional, la historia, la vida y alrededor de la muerte…Magia que brota en cada una de sus manifestaciones culturales y que se siente en el trato afable de su gente.
Tula fue fundado el 22 de julio de 1617, por Fray Juan Bautista de Mollinedo, es el municipio más antiguo de Tamaulipas, en donde hay personajes representativos de la historia y de la cultura como: Mateo Acuña, de los primeros insurrectos que apoyaron el movimiento de Independencia, al igual que los hermanos Vázquez Gómez; el Prof.- y Gral. Alberto Carrera Torres, quien planteó la primera Ley Agraria del país; el prestigiado Prof. Manuel Villasana Ortiz y la poetiza Isaura Calderón.
La gastronomía es excepcional, desde las enchiladas tultecas, el cabrito amarillo en rojo, hasta la nieve de garambullo, mezquite, pitaya, chochas o bugambilia…Sus artesanías son originales, entre las que se cuentan artículos de palma, la histórica cuera tulteca, botas y huaraches, trabajos de talabartería, de alfarería –cantaros, ollas de barro y moldes para piloncillos– todo elaboradas hábilmente por las manos de los lugareños.
La señora Eliza Sáenz, compendia con la herencia de la tradición oral, más de un siglo de medicina tradicional, con la que cura de empacho, barrido para mal de ojo, espanto, dolores de estómago, etc.
En Tula no existen colonias, está conformada por 13 barrios, cuenta con 1,500 monumentos históricos, de los cuáles 498 están catalogados por el INAH…En el arroyo El Salado se han descubierto huesos de mamut; la pirámide El Cuitzillo, es una muestra de la cultura huasteca, ahí se han encontrado vasijas, ollas, ídolos y jarros.
Tula cuenta con ocho cerros, en cada uno hay una cruz, que según las leyendas fueron puestas para que no entrara el diablo o “la cosa mala”…Cada 3 de mayo se realiza una ceremonia en donde se baja la cruz, se corona y es bendecida, durante todo el día hay danzantes y en la noche una velación con pastorelas, con danzas de a pie y de a caballo.
El casino tulteco, es de los más antiguos del estado; sus hermosas ex haciendas son una manifestación clara del poder económico que había en la región antes de la Revolución…El templo de San Antonio de Padua, es una de las iglesias más bellas de Tamaulipas; cuenta con uno de los relojes más antiguos del estado, al que se le da cuerda manualmente; además hay un Cristo que data en 1611…Lo invito a que venga a visitar Tula, Tamaulipas, será un verdadero agasajo para sus sentidos.
Cuenta mi amigo Salvador Piña, que cierto día en la plaza, a un lado del histórico kiosco, llegó a bolearse un pelao’.
Salvador se le acercó amablemente y le preguntó: — ¿Le puedo servir en algo amigo?
—¿Oiga, no sabe usted quién vende por aquí un vinito clandestino?
—¡Claro! Aquí a dos cuadras con Don Lencho –respondió Salvador.
— ¿Y no habrá quién venda unos tiros pa’ mi rifle y pistola? —¡Pero como no…con el Beto!
Después de varias preguntas, que tuvieron la respuesta siempre precisa de Salvador –que conoce como la palma de su mano los entresijos de la gente del pueblo.
Le dice el desconocido: —Oiga amigo… ¿Sabe usted con quién está hablando? —No señor… ¿con quién tengo el gusto? —Con el comandante de la Judicial Federal en Tamaulipas.
Brincando de susto, Salvador le responde: —Oiga ¿Y sabe usted con quién está hablando?
El comandante le contesta: —¡No!... ¿Con quién?
—¡Po’s con el pelao’ más mentiroso del pueblo!