TANGENTE…
Por Oscar Díaz Salazar
Poco es lo que se les ha visto a los Regidores de la oposición en Reynosa. El presidente municipal, Everardo Villarreal Salinas, ha tenido la habilidad - con garrote o con zanahoria, no sabemos como le hace – de lograr los consensos que le han permitido hacer un gobierno terso, llevar la fiesta en paz.
Los integrantes del Cabildo que no llegaron con las siglas del PRI o de sus aliados, han estado muy tranquilos, muy modositos. Los ediles del PAN y del PRD llevan seis meses inmersos en un torneo de elogios al Alcalde. Se han manejado en este tiempo con el argumento, mas bien pretexto, de ser una oposición responsable, una oposición que no es rijosa, una oposición constructiva, una oposición a la que le cuelgan tantos adjetivos, que termina por ser cualquier cosa y hacer de todo, menos oponerse.
Esta tranquilidad en el Cabildo tuvo una excepción con Alfredo Juárez Maldonado, el Regidor surgido del partido Convergencia, quien nos ofreció la semana próxima pasada una prueba de su disposición a ser y actuar como un digno representante de las minorías e integrante de la oposición.
Los exhortos que Juárez Maldonado hizo a los funcionarios que alternaban su responsabilidad laboral en la administración municipal de Reynosa, con las que aceptaron al integrarse a la directiva del Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional, invitados por su presidente Rigoberto Garza Faz, para que se abstuvieran de ejercer labores partidistas mientras formaran parte de la plantilla laboral del gobierno local, se complementaron con la denuncia formal de estos hechos, ante las autoridades del IETAM y de la Contraloría municipal.
En las semanas recientes, los medios de comunicación de Reynosa recogieron los debates que generaron las denuncias del Regidor Alfredo Juárez, señalando a varios de los empleados del municipio por haber aceptado un cargo en la directiva municipal del PRI. El señalamiento del edil de Convergencia, pasó de lo político y mediático, a lo legal, al presentar la denuncia formal ante el presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas y ante la Secretaría de la Contraloría municipal.
Conociendo bien al Ingeniero Juárez Maldonado, me atrevo a decir (escribir) que no le midieron bien, no le tantearon el agua a los camotes, como se dice coloquialmente, al ignorar las llamadas que el Regidor hizo a sus contrapartes en el Cabildo, para que se condujeran en los términos de la ley, y enmendaran el error de permitir que los servidores públicos de la institución que co gobiernan, realizaran actividades a favor de un partido político.
Si alguien del Cabildo de Reynosa conoce bien las leyes electorales, ese es sin duda Alfredo Juárez: fue integrante del Comité electoral de la Sociedad de alumnos del Instituto Tecnológico de Ciudad Victoria, institución educativa en la que se graduó como Ingeniero Civil. Fue Consejero Distrital Electoral y miembro del Consejo Municipal Electoral de Reynosa, Tamaulipas. Ha cursado varios diplomados relacionados con los temas electorales y con la mercadotecnia política, una disciplina que debe sujetarse a las normas jurídicas electorales vigentes. Por esa amplia experiencia y porque me consta que las elecciones y sus litigios postelectorales son temas que conoce y le interesan, seguro estoy que la denuncia de Alfredo Juárez esta sustentada en lo que señalan las leyes.
Alfredo Juárez ha sido, hasta ahora, un talento sub utilizado en el Cabildo, un individuo desperdiciado por el presidente municipal. Conocedor por formación profesional de la obra publica y por haber laborado muchos años en esas actividades, tanto en el gobierno, donde fue Subdirector de Obras Publicas en Reynosa y Sub Delegado de Vivienda en el ISSSTE, como en la iniciativa privada, en donde ya acumula más de una década como supervisor de obra y proyectista. A pesar de estas cualidades, a Juárez Maldonado lo hicieron Presidente de la Comisión de Deportes en el Ayuntamiento.
La política y la prensa son dos de las pasiones más fuertes que tiene el profesional de la ingeniería civil, que ha asesorado a varios políticos desde el tiempo en que estudiaba en la capital del Estado.
A pocas semanas de haber sido el destinatario de duras criticas por asistir a la ceremonia de toma de posesión de su amigo Rigoberto Garza Faz como presidente del Comité Municipal del PRI en Reynosa, Alfredo Juárez pone las cosas en su sitio al demostrar que su presencia en el acto priista, para acompañar a un amigo, no le impide señalar lo que a su juicio está mal, ni le quita merito a su condición de opositor
Sin ser partidario del conflicto, ni rijoso por deporte o por convicción, me parece que en una institución como la asamblea que ejerce el gobierno municipal, donde confluyen la voz y los intereses de dos docenas de individuos, representantes de diversos partidos políticos, con diferentes percepciones y posturas ideológicas, el debate de las ideas y los intereses encontrados debería ser lo normal, y la unanimidad y el silencio, la sospechosa excepción. Y por eso me da gusto comentarles los detalles de esta cruzada del Ingeniero Alfredo Juárez Maldonado, por la legalidad en la institución (parcialmente) a su cargo.