OBSERVANDO…
Por José de la Paz Bermúdez Valdés
Las acciones emprendidas por el Secretario General de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en contra de la Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET), tienen como origen la falta de seriedad en el cumplimiento de los acuerdos establecidos entre los titulares de ambas instituciones.
Es ampliamente conocido que dentro de las relaciones laborales sostenidas entre el SNTE y la SET, existen acuerdos como es el otorgamiento de licencias por comisión sindical, que el titular del contrato colectivo de trabajo, el SNTE, ha conseguido de parte de la SET.
Estas conquistas sindicales se han respetado desde siempre, sin embargo con el arribo de Diódoro Guerra Rodríguez a la titularidad de la SET, dichos acuerdos han sido incumplidos, originando tensión en las relaciones existentes entre el dirigente sindical y el Secretario del Ramo.
El asunto ha trascendido en forma rápida entre los trabajadores de la educación de Tamaulipas, éstos han sufrido en carne propia esa ausencia de cumplimiento de los acuerdos, no por evitar asistir al cumplimiento de sus obligaciones laborales, sino por la persecución realizada por la dependencia, al extreme de falazmente pretender rescindirles sus contratos de trabajo, argumentando la existencia de faltas al servicio público y otras irregularidades.
Lo cierto es que en ese procedimiento, irregular por cierto, no se han escatimado esfuerzos por parte de la Set, involucrando al gobierno estatal, mismo que a través de la Secretaría de Administración, pretende erigirse en tribunal de arbitraje y dictar recisiones a los contratos de trabajo, en franca contravención a los dispuesto por la legislación laboral.
Este proceder es el que ha generado Fuertes discrepancias entre Arnulfo Rodríguez y Diódoro Guerra. El primero pretendiendo hacer valer y que se respeten los acuerdos establecidos, el Segundo, faltando a el compromiso de respetar a la organización sindical.
En ese contexto la tensión se incrementa y puede originar serios descalabros al gobierno estatal, máxime cuando un individuo ignorante del derecho y de las relaciones contractuales entre el SNTE y la SET, pretende erigirse en autoridad laboral, como es el caso de Dagoberto La Daga, titular de la Dirección de Recursos Humanos de la Secretaría de Administración estatal.
Dicho sujeto, que cuenta con ciertas facultades administrativas, no puede rescindir a ningún trabajador del gobierno del estado, sin realizar su petición al Tribunal de Arbitraje de los Trabajadores al Servicio del Estado, quien posee las facultades que la legislación laboral le confiere y que con apego a ella, puede emitir la resolución correspondiente.
Invadir la esfera jurídica de un tribunal, puede ser causal de retiro del cargo y sanciones que las disposiciones legales señalan.
Por lo pronto el individuo de apelativo La Dagga, genera ríspidos y fuertes encuentros de desacuerdo entre Diódoro Guerra y Arnulfo Rodríguez, por el desconocimiento de las solicitudes de licencia por comisión sindical que el primero hace en detrimento del Segundo.
Diódoro Guerra debe corregir esas irregularidades y evitar seguir levantando actas falsas, apócrifas, carentes de valor probatorio a los trabajadores a quienes el SNTE solicitó el otorgamiento de licencia por comisión sindical, porque se coloca en el extreme de no terminar con la función encomendada por el gobernador estatal, al demostrar ineptitud en el desempeño de la función pública y ausencia de sensibilidad para atender las demandas y acuerdos sostenidos con el SNTE.
LA EVALUACIÓN UNIVERSAL POR PARTE DE LA SEP FUE MAL PLANEADA…
Sin lugar a dudas la evaluación en cualquier actividad que se realice es importante. Permite conocer el grado de avance o retroceso de las acciones emprendidas. En educación no tan solo es necesaria, sino indispensable.
Ahora bien, las exigencias actuales demandan evaluar, no solo a los alumnos, sino a las autoridades educativas, a los gobiernos federal, estatal, municipal y por supuesto a los trabajadores de la educación.
Para arribar a la evaluación docente hay que revisar primero las condiciones materiales de los edificios escolares, para determinar si las aulas cumplen con la normatividad en cuanto a su dimensión, orientación, iluminación, ventilación y demás exigencias materiales para realizar el proceso enseñanza-aprendizaje.
En esa revisión debe incluirse la dotación a los docentes de los materiales didácticos, educativos y de apoyo que la realización pedagógica requiere.
No debe omitirse las condiciones operativas de la institución educativa, como lo es la existencia de material escolar como pizarrones en buen estado, línea de internet para el desarrollo de las nuevas tecnologías, computadoras acordes a las exigencias de los programas a utilizar, es decir, contar con los software apropiados.
Si se cuenta con todos estos materiales, indudablemente puede pasarse a la evaluación docente, considerando que las autoridades educativas han sido previamente evaluadas y demostraron su aptitudes para el desempeño de la función encomendada.
De contarse con instrumentos objetivos, claros, precisos, idóneos para la evaluación docente, acreditar quién o quiénes la realizarán, porque hasta ahora quienes han diseñado los examines de Carrera Magisterial han demostrado hasta la saciedad su ausencia de conocimiento de los alcances de la evaluación magisterial.
Este aspecto, de ausencia de ajuste de la evaluación a los docentes por parte de los examinadores de Carrera Magisterial, llega al extremo de rehusarse a entregarle a los examinados el examen presentado, a efecto de que éste, esté en condiciones de mejorar sus conocimientos y desempeño evaluatorio.
Estos aspectos son parte medular de la negativa magisterial a ser evaluados y no como se ha afirmado al temor a ser evaluados.
ELBA ESTHER GORDILLO CON UN PIE EN EL ESTRIBO…
En 1989 Carlos Jongitud Barrios a la sazón dirigente nacional del SNTE enfrentaba la presión magisterial enarbolada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Esto y los intereses espurios de Carlos Salinas de Gortari le facilitaron derribar al dirigente y cacique potosino.
En su lugar fue ungida Elba Esther Gordillo Morales. Los intereses de la presidencia de la república estaban puestos en ella.
Hoy Elba Esther Gordillo enfrenta no tan solo la descalificación nacional de la denominada sociedad civil, sino el repudio del magisterio nacional, los integrantes de la Coordinadora Nacional y de muchos de los miembros del SNTE.
La voracidad con que se ha desempeñado ha originado una repulse generalizada, su nombre, su imagen, su presencia suscita inconformidad, malestar, y eso solo tiene una explicación: ya hartó al pueblo de México de su rapiña, de sus desmanes, de sus excesos.
Hábilmente diseño una publicidad de ser factor de decisión electoral, nada mas ajeno a la realidad.
Carlos Jongitud Barrios le ofreció al candidato a la presidencia de la república Carlos Salinas de Gortari 10 millones votos, pregonaba una alianza campesino magisterial.
Salinas perdió las elecciones y fue impuesto por otros medios, que sofisticaron el fraude electoral.
Lo cierto, lo real, lo probado al través de la historia electoral de este país es que el magisterio, pese a tener presencia en todo el territorio nacional, jamás ha sido factor de decisión electoral como masa votante…Lo ha sido y lo es como operador político de los diversos candidatos a cargos de elección popular.
Es decir, en lo individual lo hace bien…Como organismo sindical se rehúsa a ser empleado de los dirigentes sindicales.
OBSERVADO…
Nuestra felicitación al compañero José Luis Osorio por su elección como Secretario General de la Delegación sindical de la Secundaria Técnica 91, ubicada en el ejido La Luz, del municipio de Matamoros, Tamaulipas.
El esfuerzo siempre tiene una recompense…Ojalá que los integrantes de dicha delegación unifiquen su actuar en bien del organismo sindical que representa su propio bienestar.