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El salinismo en Tamaulipas...
Por Oscar Díaz Salazar
Dos señales hemos observado en las últimas semanas que nos indican el retorno del salinismo a los primeros niveles de la política local. La primera, la más contundente y la irrefutable prueba de que el salinismo está de regreso en Tamaulipas, es la nominación de Manuel Cavazos Lerma como candidato del PRI al Senado de la Republica , en el primer sitio de la formula - de dos- que participan por partido y por entidad federativa.
La otra es la inclusión en el sitio 4 de la lista de candidatos a diputado federal por el principio de representación proporcional del Partido Revolucionario Institucional, de la señora Patricia Araujo de la Torre , una dama cuyos antecedentes políticos se limitan al ejercicio de la presidencia de la Cámara de Comercio de Ciudad Victoria.
Los comentaristas políticos de la capital tamaulipeca afirman que, sin menospreciar la importancia del liderazgo de los comerciantes victorenses, la nominación de la Señora Araujo de la Torre obedece a la cercanía con Carlos Salinas de Gortari de su hermano Hugo Andrés, a quien siempre se le ha considerado como el tamaulipeco que ocupa el segundo sitio en la escala de los afectos del ex presidente Salinas.
A la vista de los acontecimientos que nos señalan el retorno del salinato a Tamaulipas, considero oportuno hacer un breve recuento de las acciones y las obras del ex presidente en tierras cuerudas.
Sin más comentarios, van las notas.
Por Tamaulipas se importaron montones de tracto camiones mediante una maniobra que le dio vuelta a la prohibición que hasta ese tiempo estaba vigente.
Millones de pesos fueron los que ganaron los empresarios y los políticos que decretaron la contaminación con una yerba, enfermedad u hongo que llamaron aflatoxinas, y que supuestamente ocasionó la pérdida total de centenares de miles de toneladas de maíz que se cosecharon en esos ciclos agrícolas. A la distancia se dice que la empresa Maseca fue una de las más beneficiadas con estos enjuagues.
El hermano de Justo Ceja, el eficiente (según la leyenda) y muy discreto Secretario Privado del presidente, eligió a Tamaulipas para fincar su residencia, concretamente la ciudad de Rio Bravo en la que laboró en las administraciones municipales que presidió Juan Antonio Guajardo y - o miembros de su equipo.
De Tamaulipas eran los sicarios que asesinaron a José Francisco Ruiz Massiu, esos que las versiones oficiales señalan que fueron contratados para esa tarea por el entonces diputado federal Manuel Muñoz Rocha, condiscípulo en la Facultad de Ingeniería de la UNAM de Raúl Salinas de Gortari.
De Llera, Tamaulipas es originario uno de los asesores más cercanos al entonces presidente Salinas en materia de asuntos campiranos. Le corresponde a un tamaulipeco, a Hugo Andrés Araujo de la Torre , el “merito” de ser el líder nacional de la Confederación Nacional Campesina, CNC por sus siglas, que avaló el cambio en el régimen de propiedad del ejido, que autorizó las medidas legales que permiten la compra y venta de la propiedad ejidal.
Fue en Tamaulipas, en Ciudad Madero, el sitio en el que se montó la farsa con la que se acusó a Joaquín Hernández Galicia del asesinato de un Agente del Ministerio Publico. Con ese tempranero acto de autoritarismo, Salinas inauguró para su régimen el uso de la justicia con fines políticos y la cruzada anti obrerista y pro empresarial que caracterizó a su gobierno.
Sin decretar su “licencia” (pues la ley no contempla la renuncia) formal al poder ejecutivo, como sí ocurrió en otras entidades federativas, el gobernador de Tamaulipas fue sustituido de facto por un emisario del salinato a la mitad de su sexenio.
Por un pequeño tramo del territorio tamaulipeco cruza una de las primeras autopistas de México que fueron concesionadas, es decir privadas, y por ende de cuota. Con la inauguración de la autopista Monterrey – Reynosa, se inicia el deterioro de la carretera libre, ocasionado por la omisión en la responsabilidad de brindarle mantenimiento preventivo y correctivo a esta importante vía de comunicación.
El puente internacional Reynosa – Pharr es otra de las obras planeadas durante el salinato. Es uno más de los negocios particulares, en los que se garantizan las ganancias mediante el trafique de recursos públicos y el otorgamiento de concesiones, permisos y exclusividades. Actualmente, y por tratarse de una infraestructura que es propiedad de un particular, el municipio de Reynosa y el estado de Tamaulipas no perciben un solo centavo por concepto de aportaciones para el mantenimiento de la infraestructura aledaña al puente, como si ocurre con los puentes que son propiedad de CAPUFE, de cuyo peaje se destina un porcentaje para estos fines, que le son proporcionados a las autoridades locales.
El fortalecimiento de la agrupación de la delincuencia organizada que domina en la región, se registra precisamente en la época en que Carlos Salinas despacha en la presidencia.
Es en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari cuando la federación (gobierno central) asume la facultad de administrar el recurso agua, con la creación de la Comisión Nacional del Agua. Fue Carlos Salinas quien autoriza y financia las obras hidráulicas aguas arriba de Tamaulipas, en el estado de Nuevo León, mismas que en lo sucesivo evitaron la llegada del liquido vital a las presas tamaulipecas. Al salinato le debemos la muerte de la agricultura de riego en los distritos de la frontera tamaulipeca, al otorgarle prioridad al suministro para usos industriales a la zona metropolitana de Monterrey.
oscardiaz482@msn.com
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