¡ENVIAGRADO!...
Por Ramón Durón Ruiz
Cuenta la historia que “Hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un
hombre caminaba una noche por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite
encendida…La ciudad era muy oscura en las noches sin luna, como aquella…En determinado momento, se encuentra con un amigo…Este lo mira y
de pronto lo reconoce…Se da cuenta de que es Guno, el ciego del
pueblo…Entonces, le dice:
— ¿Qué haces Guno, con una lámpara en la mano? Si
tú no ves.
— No llevo la lámpara para ver mi camino –le
responde el ciego– conozco la oscuridad de las calles de memoria…Llevo la luz
para alumbrar el camino de los otros.”1
Ese es el encantamiento que poseen el amor y la amistad, son luz poderosa
que sana el dolor, que alivia el pesar, que tiene la virtud de alumbrar el
camino por aquellos que nos tocan y de a quienes tocamos con lo más íntimo de
nuestro ser.
Este viejo Filósofo a la vez
que bendice el amor, honra la amistad, el tiempo me ha enseñado que en el juego
de la vida son una prodigiosa luz que me levanta cuantas veces he tenido
tropiezos; son un hombro en el que he enjugado mí llanto y en el que mis penas
se han hecho menos.
El tiempo te enseñara cuánta
razón hay en el sabio proverbio mongol:
“El victorioso tiene muchos
amigos…El vencido, buenos amigos.”
Deseo que tengas los
suficientes amigos, que tengan la amorosa virtud de trocar tus sufrimientos por
felicidad, amigos que le den aire a tus alas y te inviten a ir en pos de tus
sueños, sabiendo que no tienes nada que perder y mucho, demasiado que ganar.
Amigos que despierten tu
maestro interior, en donde radica la sabiduría de coexistir con el amor, porque
te conecta con la fuente de la vida.
El tiempo me ha enseñado a
realizar mi tarea de escribir, dictar conferencias e impartir talleres
motivacionales con tanta pasión, que deje el aroma de amor en cada faena, por
una sencilla razón “Amo lo sencillo que da alegría”.
El principio básico de la
vida es: Ámate a ti mismo, –porque
nadie puede dar lo que no tiene–,
cuando te ves en el espejo del universo y te das el permiso de enamorarte de ti
mismo y de amarte, entonces puedes amar con la totalidad del sol y ser amado a
plenitud.
El amor es el principio y el
fin de la vida, genera armonía, equilibrio y bienestar, elimina viejos
agravios, debilita los nuevos, te llena de luz creadora, de una inacabable
energía, que cambia lo difícil por lo viable…por el éxito creador.
Siempre serán la mejor buena
nueva tener un amigo en quien confiar y un amor a quien dar todo, hoy abre tu
alma para recibir el mensaje de amor y amistad que la vida tiene para ti.
La energía del amor es tan
poderosa, que entre más la das, más regresa a tu vida, más llena tu sagrada
trinidad cuerpo-mente-alma; tener amigos, amar y permitirte
ser amado es el camino natural de tu sanación, pues no existe en el universo
medicina mejor, que la generada por la frecuencia altísima de la luz del amor.
En la noche del 14 de
febrero, llega el esposo a casa, arrastrándose de borracho…Al verlo, su esposa,
muy indignada le dice:
— ¡Pero estás bien
borracho!...¡No lo puedo creer! ¿Por qué, justo hoy que es el Día del Amor y la
Amistad?
— Vieja, pero si yo…
¡hip!, sólo obedecí tus órdenes...¡hip!
— ¿Cuáles ‘inches
órdenes, inútil?
— Leí la nota que me
pusiste en el tablero del carro ¡hip! que me decía: Te espero esta noche ¡“Bien
embriagado”!
La esposa furiosa contesta:
La esposa furiosa contesta:
— ‘Endejo, la nota
decía: ¡“ENVIAGRADO”!