… ¡LOS PUSO TÚ AMÁ!
Por Ramón
Durón Ruiz
En la misa
del domingo el niño filosofito vendía “blanquillos” en la entrada de la
Iglesia:
— ¡A $20 la docena de huevos de patio!, ¡a $20 la docena
de huevos patio!
El Padre
Chuyo, molesto porque distraía la atención de su feligresía, se hace a un lado
del pulpito y discretamente dice al sacristán –pero se olvida de cerrar su
micrófono, por lo que se escucha en toda la iglesia: — ¡Saquen a
ese niño de los huevos!
El
filosofito se para despavorido y dice: — Padre… ¡Mejor de la orejita!
Pues este
viejo Filósofo para que no me saquen ni de “salve sea la parte” ni de la
orejita, ha “aprendido a aprender” que la vida es una sucesión inacabable de
lecciones, si estoy con los sentidos abiertos, experimento y aprendo los signos
y señales, las enseñanzas de cada día.
La frase
célebre dicta: “Nadie puede meter la mano dos veces en la misma agua del río
que corre” ¿Por qué? por la sencilla razón de que la vida es cambio; lo que hoy
es, mañana puede que no sea, porque nada es para siempre, a veces nos sorprende
la vida cuando lo bueno se convierte en malo y lo malo se transforma en una
sagrada y espectacular bendición.
El tiempo
está hecho de instantes, que te enseñan que cada mañana es totalmente distinta,
en ocasiones “cuando creemos que ya tenemos todas las respuestas…la vida nos
cambia las preguntas.”
Cuando
pensamos que todo lo sabemos, el destino nos cambia la ruta y también los
planes, otras –las más de las veces– nos sorprende con sus maravillosos
designios, lo que importa es saber que nada sucede por casualidad.
Cuando te das permiso de
accesar a tu maestro interior, se abre tu visión panorámica, percibes la
hermosa policromía del universo, entonces entiendes que todo tiene un ¿Por qué?
y un ¿Para qué?, todo sucede para tu bien, para tu natural crecimiento y sana
evolución espiritual…El sabio poeta alemán Friedrich von Schiller dijo: “No
existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes
más profundas.”
Cuando aprendes a bien
aprovechar las enseñanzas de esos dos inseparables maestros que son: La
casualidad y el tiempo, entiendes que la vida es un sacramento inagotable,
que te invita a valorarla, a saborearla, a regocijarte con el milagro del nuevo
día.
Cuántos malos momentos
podrás evitarte si reconoces que casi nada es para siempre, por ello
amorosamente HOY te invito a que dejes de construir problemas imaginarios, de
creer que lo que sucede es personal.
Si existe algo que es para
siempre es DIOS, con el poder que genera el amor…Osho afirmaba: “El corazón del
hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa…Dormida, pero
está allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada,
cantada, danzada…Y es a través del amor que el momento llega.
Un hombre sin amor nunca
conocerá qué música ha estado llevando dentro de su corazón…Es sólo a través
del amor que la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un
potencial para convertirse en realidad”1
Hoy convierte en realidad tu
grandeza: “Regala a tu enemigo el perdón, a un amigo tu corazón, a un niño tu
buen ejemplo y a ti mismo respeto […y amor]” y a ello agrego DATE EL PERMISO de
sonreír.
A propósito, los abuelos
llegan a ver a sus nietos de visita a casa de su hijo, en donde se quedan a
pasar la noche…Cuando el abuelo sacaba su cepillo de dientes y la pasta se
encuentra con un frasco de Viagra en el botiquín de su hijo, entonces le
pregunta si puede usar una pastilla.
— ¡Mira padre!, –responde el hijo– creo
que no deberías hacerlo, por dos motivos: 1.-Son muy fuertes…y 2.- Son muy
caras.
— ¿Cuánto cuestan mijo?
pregunta el abuelo
— $300 cada
pastilla –responde el hijo.
— Que importa –dice el viejo abuelo– Quiero probar, mañana al irme te dejaré el dinero en la
almohada.
Al día siguiente, el hijo
encuentra $3,300 bajo la almohada…Llama a su padre y le dice:
— Te dije que cada
píldora costaba $300, no $3,300
— Si hijo, te entendí
perfectamente, los $3,000 restantes… ¡los puso tú amá!
1http://www.oshogulaab.com/osho/vision/delamor.htm