¡MI TROCA TIENE ALARMA!...
Por Ramón Durón Ruiz
Ese sabio de vida que fue
Nelson Mandela, afirmó: “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su
piel, o su origen, o su religión, […o sus principios políticos]…La gente tiene
que aprender a odiar y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede
enseñar a amar, […a luchar por reconciliarse] el amor, […el acuerdo y la
reconciliación] llegan más naturalmente al corazón humano que su contrario”.
La genialidad de esta frase
célebre, me sirve para expresar que este viejo Filósofo está cautivado por una
historia de éxito que se edifica desde el estado de Veracruz, con el Programa
Integral de Capacitación a Servidores Públicos Municipales, implementado por el
Secretario General de Gobierno Lic. Erick Lagos Hernández y por la Lic. Marilda
Rodríguez Aguirre, en una Transición Democrática que casi plebiscitariamente
nació en el 2000, pero –hasta el momento– carente de eficientes resultados…Auspiciado
por el gobernador Javier Duarte de Ochoa, el pasado fin de semana se llevó a
cabo el Taller “Obligaciones y Facultades del Síndico Municipal”, en que se
trabaja en la capacitación, profesionalización y especialización para los
síndicos –“Persona elegida por una comunidad para cuidar de sus intereses”–1 de
los 212 municipios del estado.
En el “Pueblo Mágico” de
Coatepec, sin distingo del partido político por el que arribaron al
Ayuntamiento, se llevó a cabo un Taller ejemplo del valor del acuerdo y la
reconciliación, –que nuestros políticos nacionales han desatendido– para la
cual mi memoria política cortoplacista no registra antecedentes en nuestra
nación.
Durante dos días
participaron una veintena de capacitadores, desde diputados locales, hasta
académicos, funcionarios estatales y federales, en fin expertos en múltiples
materias, que saben que desde la sindicatura, al cuidar los haberes
municipales, se enriquece la trasparencia y la vida democrática municipal.
El Filósofo dice “En política
el que baila bien es payaso…el que baila mal es tontejo” es decir, tenemos una
natural inclinación a buscar los defectos de nuestros políticos, creo que es
momento que nos atrevamos a contar y cantar también lo bueno.
El país está ávido de
historias de éxito como esta que desde lo local se fragua, que enriqueciendo
nuestra rica pluralidad, dan viabilidad a nuestra transición democrática, en un
sistema político que demuestra que en la naturaleza como en la política, no
existe el trabajo casual, tampoco la generación espontánea.
A este viejo Filósofo, con
su ingenuidad provinciana, le parece que en pleno 2014 la Reconciliación
Nacional no está en las prioridades ni en la agenda de los partidos políticos,
que ignoran que hoy el país requiere una reingeniería institucional, en donde
trabajen fraternalmente los gobiernos locales, estatales y federal, con los
poderes Legislativo y Judicial.
Hoy, como ayer, la Nación
reclama una profunda metamorfosis a las instituciones nacionales, nuevas
actitudes y renovados paradigmas democráticos, que nos hagan transitar del
“sufragio efectivo a una democracia efectiva”, que eficientice nuestro sistema
político, porque “una democracia que genera pobres…es una pobre democracia”.
Necesitamos una democracia con
aliento y espíritu de Patria y políticos con sentido de pertenencia, que
trabajen en el acuerdo que reconcilie…que genere bienestar social…“El trabajo
político por sí mismo no genera el cambio, el trabajo político eficiente hace
el cambio”
Parafraseando el humor del
mexicano, resulta que el viejo Filósofo llega a la Ciudad de México a la Cámara
de Diputados, en el frente estaciona su camioneta, el agente de tránsito
inmediatamente lo apercibe: — ¡Oiga señor!, está prohibido estacionar
su camioneta destartalada ahí, que no ve que ya van a salir los señores
Diputados.
— No se preocupe, –Dice
tranquilamente y pleno de naturalidad provinciana el campesino de Güémez– ¡Mi
troca tiene alarma!...
1.
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