POR ANTONIO WILLIAMS
QUERIDOS REYES MAGOS…
QUERIDO GASPAR, MELCHOR Y BALTASAR…
Aprovechando su visita a Veracruz para cumplir su
hermosa labor de cada 6 de Enero en que traen alegría a los niños, quiero
hacerles una petición. Como están tan ocupados todo el tiempo vigilando la
conducta de los niños, seguramente desconocen cómo está mi querido estado, por
lo que trataré de ponerlos al tanto en forma breve para reforzar mi
petición.
Después de padecer 6 años a Fidel Herrera Beltrán, nos
fue impuesto Javier Duarte de Ochoa como gobernador, a un precio excesivamente
alto, el cual aunado a la corrupción y depredación que existió durante el
ejercicio del “pinche poder”, dejó a Veracruz en quiebra.
Hoy los veracruzanos debemos algo así como 70 MIL
MILLONES DE PESOS. Cantidad que hasta el día de hoy no ha sido establecida
oficialmente en su monto exacto y real, pero que en el presupuesto para este
año de 2012 está contemplado que se dedicarán casi 4 MIL MILLONES DE PESOS para
pagar los intereses por esta deuda.
Hablando de presupuesto. El año pasado el estado tuvo
un presupuesto de 81 mil millones de pesos. Dinero que llegó y se gastó,
pero todo el año se pasó el gobernador Duarte lloriqueando que no había dinero
y con esa cantaleta no se hizo nada. No hubo obra relevante. No se pagó a
proveedores y contratistas. No se repararon los daños por los últimos huracanes
que azotaron al estado hace 15 meses. No creció la economía de Veracruz. Se
perdieron empleos. En términos generales, Veracruz estuvo todo el año 2011
inmerso en un impass, en un marasmo que lo relegó a los últimos lugares del
indicador de pobreza en el país. En el colmo del descaro, al rendir su primer
informe de gobierno, Duarte, al hecho de no hacer nada, le llamó “sentar
las bases para la prosperidad”
Ya no hablemos del grave problema de inseguridad que
se disparó con la llegada de Duarte al gobierno. Los asesinatos, secuestros y
las extorsiones laceran a los veracruzanos. Ha sido necesaria la intervención
del Ejército y la Marina para medio atenuar el problema, pero no vivimos
tranquilos ni confiamos ya en nadie. La policía estatal, las intermunicipales y
las municipales están penetradas hasta la médula por la delincuencia. Ah, pero
en su informe, Duarte aseguró que “contamos con la mejor policía estatal
del país”
El caso es que ha desaparecido las policías
intermunicipales de Xalapa y Veracruz-Boca del Río, lanzando a la calle a mas
de 3 mil elementos expertos en el manejo de armas, que conocen el movimiento de
la ciudad y sus habitantes, a los que nadie contrata y que de alguna manera,
tienen que llevar el pan a sus hogares todos los días.
Tiene al mando de la “seguridad” del estado a
un badulaque que se disfraza de generalazo con un uniforme con el que
más parece mono cilindrero o monosabio de la plaza México.
Presume haber creado 50 mil nuevos empleos pero entre
burócratas y policías él sólo ha dejado sin chamba a más de 6 mil veracruzanos.
Dice que Veracruz es un estado próspero que va para
Adelante, pero no se ve por ningún lado nada más que mentira y simulación.
Hasta el día de hoy, Javier Duarte no ha aportado ningún beneficio tangible
a Veracruz. Pequeñas obras inconclusas, publicidad costosísima para anunciar
prosperidad que nadie ve ni goza, seguridad que nadie siente, nuevos empleos
que ningún hogar disfruta, error tras error, bandazo tras bandazo.
Para este año, tiene asignado un presupuesto de 86 MIL
MILLONES DE PESOS que seguramente se gastarán, pero al igual que el año pasado,
no se reflejarán en un mejor nivel de vida para los veracruzanos.
Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar: No quiero
abusar de su magnanimidad, no quiero aburrirlos con mis quejas, no creo que
necesiten más ejemplos para darse cuenta de la situación de Veracruz. Apelando
a su nobleza y a su amor por Veracruz, quiero hacerles una petición que quizá
les parezca increíble. Por primera vez alguien les pedirá algo inverosímil: No
les pediré que me traigan nada……
Les pediré que por favor ¡¡¡¡¡se lleven a
Javier Duarte!!!!!! Ustedes son magos, pueden hacer felices a
millones de veracruzanos. A mis 50 años, aún creo en ustedes… refrenden mi Fe.