viernes, 11 de enero de 2013

LLEGA A CASA TARDE POR LA NOCHE…"COLUMNA"...


EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ…

Por Ramón Durón Ruiz

El escritor de nacimiento colombiano y por convicción mexicano, Gabriel José de la Concordia García Márquez, para sus amigos Gabo, afamado por su genialidad para escribir y su capacidad para compartir su ideología política, escribió el siguiente cuento corto, pleno de sabiduría: “Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar…El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.

Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.

Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie…Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.

Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente.

Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo…Al principio el padre no creyó en el niño…Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.

Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño…Para su sorpresa, el mapa estaba completo.

Todos los pedazos habían sido colocados en su debido lugar. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo:

Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?

Papá, respondió el niño; yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. 

Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era…Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”

Profunda moraleja trae aparejado este cuento, frente a los avances de la ciencia, que trascendente es pensar en recomponer la grandeza del hombre; frente a los intempestivos adelantos de la modernidad, que necesario es trabajar en no olvidar esa divinidad que vibra en nuestro interior, frente a la fuerza que genera el poder y el dinero, pensar en la armonía que generan la materia y el alma unidos.

Para arreglar al hombre, se requiere que seas capaz de dejar de preocuparte por pendejadas.

Que hagas a un lado el odio, el miedo, los temores y desconfianzas y te dejes fluir con el poder del amor.

Que no te encadenes a lo material.

Que sepas que siempre hay en el camino una mano dispuesta a levantarte, una sonrisa dispuesta a alegrarte y un hombro dispuesto a que laves tus penas.

Que dejes ¡YA! de criticarte, de menospreciarte, de pobretearte, de sentirte victima de todo y de todos.

Que entiendas que la grandeza es tu camino.

Que es necesario que para siempre dejes de tener miedo a perder, la vida está hecha para que la goces y ganes, porque aunque a veces pierdas…gana la lección.

Que hay cosas tan trascendentes para tu vida, que es necesario, que sólo tú las vivas a plenitud.

Que cuando amas, el mundo deja de girar en torno al sol, para girar alrededor de tu corazón.

Que entiendas para siempre, que la puerta de la plenitud… no tiene candado.

Que aprendas a orar, te ayuda a entender que cada pieza del rompecabezas de la vida, tiene una función y un mensaje especialmente para ti, y cuando sea necesario solicita ayuda al Padre…¡que serás escuchado!

Que no olvides “que en todas las lenguas las palabras más importantes, son palabras pequeñas: DIOS, AMOR, FE…porque son palabras que salen con facilidad, pero tiene el poder de llenar espacios vacíos.”

Que hagas a un lado la rutina, que HOY te des el tiempo y el permiso…¡PARA SER FELIZ!

Concluyo como siempre con el buen sentido del humor, el viejo Filósofo admira a la novelista británica Mary Corelli quien decía: “Nunca me case porque no tenía ninguna necesidad de hacerlo.

Tengo tres animales domésticos que cumplen la función de un marido:

1.-Un perro que gruñe por la mañana.

2.- Un cotorro que suelta palabrotas al mediodía y

3.- Un gato que llega a casa tarde por la noche” 1

1.- www.planetasaber.com/consultation/appointment/default.asp?...

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