¡QUE SON USTEDES!...
Por Ramón Durón Ruiz
Hay un viejo proverbio
anónimo que reza: “La vida hay que tomarla con amor y
con humor, con amor para comprenderla y con humor para
soportarla”…
No en balde el viejo
Filósofo tiene dos alas para volar por el universo: El Amor y El Humor.
El amor, porque es el camino en el que gozando plenamente el
presente, seas capaz de hacer la cuenta despacito, de las miles de bendiciones
que la vida tiene para ti, para que te des tiempo de contar, sumar y
multiplicar tus dichas, logros, sueños, luchas y te encuentres con el deleite
de tu íntima felicidad.
El humor, porque es la luminosidad de un corazón agradecido
con el Padre, por el racimo de bendiciones que trae consigo el milagro del
nuevo amanecer.
Sigmund Freud afirmó: “[El amor y…]
el humor, son la manifestación más elevada de los mecanismos de defensa
del individuo”…Cuando te permites sorprenderte y deleitarte con la vida, tu
capacidad para amar y reír se agiganta, es una forma sabia de disfrutar el aquí
y el ahora.
Amar y gozar del buen
sentido del humor, fortalece tus funciones orgánicas y sistema
inmunológico, generando los químicos de la felicidad, trayendo el presente de
la armonía y del sano equilibrio, que producen una adecuada comunicación, que
aumentan la pasión en tu tarea y creatividad.
Amor y humor, te proveen de una rica perspectiva, que desdramatiza
los problemas de la cotidianidad, le quitan lo lineal a la vida, eliminan el
apego, atenúan el ego, te conducen a dejar de sobrevivir, e iniciar a vivir con
la plenitud del Sol, a mantener viva la fe y la esperanza de un mundo mejor.
Amar y sonreír, mejoran
sustancialmente tu calidad de vida, son imprescindibles para la buena salud, te
relajan y atenúan el estrés, eliminan los miedos y te dan una visión positiva
de futuro.
La regla de tres es
simple: “‘Onde entra el amor y el humor… sale el doctor”…
La semana pasada, tuve el
gusto de dar una Conferencia a beneficio de Pro-remodelación y restauración de
la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Teatro del IMSS en la
siempre hermosa Ciudad Mante.
Fui invitado por el
Patronato: “Una Iglesia hermosa para el Mante” encabezado por Monseñor
Víctor Rodolfo Carranza Zaleta; Andoni Bilbatua Ortega; C.P. Reyna Edith Guevara
Servín y la C.P. Marie del Refugio Martínez Ocampo, en el evento la solidaridad
de los mantenses quedó de manifiesto, apoyando generosamente este
extraordinario proyecto.
En el proyecto integral de
la restauración, está contemplado la realización de murales en la Parroquia, el
Patronato ha contratado a dos pintores de fama internacional: Gustavo Sánchez
Tudón y María Luisa Morales Torres.
El proyecto es
auténticamente espectacular, en las escenas del Antiguo Testamento viene la
creación del mundo y del hombre; la vocación de Abraham, padre de los
creyentes, Moisés y los Diez mandamientos, los profetas y los sabios de Israel.
En las escenas del Nuevo
Testamento se pretende plasmar la anunciación del Ángel Gabriel a María Virgen,
el nacimiento de Jesús en Belén; el bautismo de Jesús, la Última Cena, la
muerte de Jesús y su resurrección gloriosa.
Qué forma tan maravillosa,
por una parte de convocar a la solidaridad –que tanta falta nos hace en el
país– y por otra, trabajar para legar un excepcional patrimonio cultural para
las nuevas generaciones.
A propósito de Monseñor
Víctor Rodolfo, con su excepcional amor a la vida y humor del
que goza, me contó la anécdota que le sucedió al Obispo Luis María Martínez,
cuando dos políticos borrachos se le acercaron y le preguntaron:
— ¡Señor Obispo!, aquí entre
nos ¿Cuántos hijos tiene? Con la agudeza mental que el Obispo poseía y
adivinando sus insanas intensiones les dijo:
— Hijos del amor,
120 niños a los que ayudamos con ropa y alimentos; hijos de Dios 2 millones, que
es la feligresía de nuestro Obispado; hijos de la tiznada dos…¡QUE SON
USTEDES!...