Mario
Vargas Suárez
PROPINAS…
La mayoría de los que vamos con alguna
frecuencia a restaurantes u hoteles, acostumbramos, por cultura general,
entregar cierta cantidad de dinero al mesero, al bel boy, la recamarera o algún
empleado en particular, porque alguien nos enseñó a dejar propina.
La propina es la cantidad de dinero que se da voluntariamente
para 'agradecer' un servicio recibido…Es la gratificación monetaria con que se
recompensa un servicio eventual.
Una de las primeras
reflexiones sobre el tema, es que muchos empleados de restaurantes desde
meseros hasta cocineros y empleados de limpieza, no tienen salario asignado,
aunque cada período los propietarios les hacen firmar nóminas que nunca pagaron,
por cuestiones laborales y hacendarias.
Los ingresos
de estos empleados, en algunos restaurantes, se conforman de la propina que
reciben de los clientes, porque al final de la jornada lo recolectado de las
propinas son repartidas en la proporción que los empleadores determinan.
En algunos restaurantes
hay letreros donde la propina es sugerida en proporción a lo consumido y van
desde el mínimo y tradicional 10% hasta el 25%...En cantidades cerradas, aunque
se advierte que es voluntaria.
En destinos
turísticos nacionales, como Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos, la propina es
obligatoria en restaurantes de cierta zona…Incluso se ha dado el caso que la
propina es exigible al cliente.
Según esta lógica, los clientes son
responsables del ingreso de los empleados, aunque intervienen otros factores
que afectan la propina como el clima, el contacto con los clientes, al ambiente
musical o el ruido excesivo del restaurante.
De acuerdo a
notas del economista Mark Ventura, de la
Universidad de Miami, dice que la práctica de la propina se originó en Europa y
sólo después de la Guerra Civil
emigró a América, lo que se traduciría como una tradición aristocrática.
Los estadounidenses adinerados que
regresaban a su país luego de sus vacaciones en Europa, querían demostrar lo
que habían aprendido durante el viaje, así que empezaron a dejar propina a los
prestadores de servicio.
Los especialistas en este tema, aseguran
que en México los consumidores relacionan el acto de dejar propina como un
contrato informal entre ellos y el mesero o prestador de servicio, como una forma
de evaluar el servicio recibido.
Sin embargo la realidad contradice lo
anterior, porque en muchos de los casos las propinas están pobremente
relacionadas con el servicio, de hecho el factor más importante que determina
el monto, es el total de la cuenta, no la eficacia o ineficacia del servicio,
la calidad de la comida
ordenada.
Algunos expertos consideran
"tonto" el argumento de que los meseros están motivados por la
perspectiva de las propinas, porque ellos y sus empleadores consideran una
obligación no escrita que el cliente deje siempre propina.
Seguramente el lector en repetidas
ocasiones ha pedido algo a un mesero que no le 'toca' el área donde está
sentado y se ve obligado a insistir en su solicitud, inclusive si se trata de
la cuenta.
Pese a lo anterior el sexo y la
apariencia de los empleados pueden influir en la propina y su monto, cuando
leemos que los consumidores son
más benévolos con las meseras rubias, esbeltas, de pechos grandes, juveniles,
altas de estatura y simpáticas…En el caso de empleados varones bien parecidos y
cuando el cliente es de sexo contrario, las propinas suelen ser atractivas.
Finalmente le comento que la propina
está determinada por una presión social, porque el consumidor "suele
sentirse mal si no deja propina o deja menos del 10%...a pesar de recibir un mal
y hasta pésimo servicio" dicen
Carlos Moreno Ángeles, sociólogo por la Universidad Tecnológica.
Cierro esta
columna con una pregunta que puede inquietar…¿A qué funcionario de cualquiera
de los tres niveles de gobierno, daría usted una propina? Incluya en su
respuesta a los legisladores locales o federales…Es fantasía, no se preocupe,
ellos se despachan solos o las propinas las proporcionan otros.
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mario.vargas@starmedia.com